LA CARA Y LA CRUZ DE LA RED
En el mundo digital conviven tanto farmacias y parafarmacias online como plataformas de comercio electrónico, buscadores, tiendas y supermercados online. «Estos últimos canales tienen un mayor riesgo a estar expuestos a menos controles», subrayan desde Afepadi, que recuerdan que las empresas responsables de la comercialización han de estar inscritas en el Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos u otros registros de las autoridades competentes y cumplir con unos requisitos de seguridad alimentaria. Desde Anefp insisten en la importancia de que las autoridades tengan suficiente capacidad de inspección para acabar con las firmas fraudulentas.
ro cada vez más creciente de productos para el cuidado de la salud sin receta médica».
Alta competencia
Desde la Asociación de las Empresas de Dietéticos y Complementos Alimenticios (Afepadi) coinciden en que la innovación es un concepto inherente al sector. «En primer lugar, para ofrecer productos que se adapten a las nuevas necesidades de los consumidores. Por ejemplo, desarrollando productos veganos que no contengan ningún ingrediente de procedencia animal. En segundo lugar, el aumento de la oferta en el sector hace que las empresas tengan que destacar y ofrecer un valor añadido a los consumidores», sostiene su secretario general, Agustín Roqué.
Bien lo sabe la startup española Aora Health, fundada en 2016 y especializada en nutracéuticos. Su CEO, Gonzalo Peñaranda, aclara que son complementos alimenticios que han demostrado su eficacia en humanos en estudios clínicos. «Identificamos moléculas que tienen un mecanismo de acción concreto y las juntamos con distintos mecanismos de acción, de manera que el efecto sinérgico potencie el resultado», cuenta. Se dirigen sobre todo a personas sanas, dispuestas a mejorar su calidad de vida. Hasta la fecha han patentado más de 40 productos que venden en casi el mismo número de países –en España, comercializan una decena– y el 90% de su cifra de negocio este año corresponderá al extranjero. «Frente a los países de su entorno, España
va por detrás, pero tenderá a converger», apunta Peñaranda, convencido de que en esa evolución el farmacéutico juega un rol esencial: «Los médicos españoles no acostumbran a recomendar estos productos, mientras que en otros mercados es habitual. Y el farmacéutico cumple un papel de prescripción en España que en otros mercados no, de forma que puede orientar al público». Con sede en el Parque Científico de Madrid y en la Universidad de Cambridge, la firma emplea a 17 personas y prevé facturar cuatro millones de euros.
Trabas a las empresas
A pesar de que es un sector con tendencia al alza desde hace años, las patronales advierten de la necesidad de contar con un marco regulatorio adecuado que facilite su dinamismo. Cabe recordar que en 2002 se publica la Directiva 2002/46, que se transpone en cada uno de los países, pero, al no tratarse de un Reglamento, deja cierto margen de discrecionalidad a los Estados en su transposición a derecho nacional, «con lo que se dan puntos de desarmonización», indica Roqué, de Afepadi. En España, se traspuso mediante el Real Decreto 1487/2009, que se modificó con el Real Decreto 130/2018. El problema radica en que, a diferencia de lo que ocurre en países como Italia, Bélgica o Portugal, «en España los productos que contienen ingredientes distintos de vitaminas y minerales no son reconocidos por las autoridades salvo que les aplique el reconocimiento mutuo», apunta el experto. Y ello supone una desventaja competitiva para las compañías patrias.
«Cuando una empresa española quiere tener un producto botánico, por ejemplo, debe irse a los países cuyos listados de sustancias admitidas son más amplios, pedir la autorización allí y luego volver a España que, por el principio de reconocimiento mutuo, le autoriza a venderlo. La empresa de gran tamaño puede manejarlo bien, pero para las pymes resulta complicado y muy costoso», lamenta Jaume Pey. Desde Anefp defienden que la situación ideal es que exista una armonización en toda Europa, pero hasta que se consiga piden que las autoridades españolas amplíen el listado. «Hemos visto voluntad de hacerlo y ahora falta que esa voluntad adquiera un poco de velocidad», dice el director general de la patronal. Aun con este reto en el horizonte, el negocio de los complementos alimenticios fortalece su salud año tras año.