Los drones también son puro espectáculo
El papel de la tecnología
La startup gerundense Flock Drone Art realiza exhibiciones de luz y sonido con pequeñas aeronaves de su creación para ayuntamientos y empresas
Era el año 2015 y en Ámsterdam se preparaba la fuerza aérea de los Países Bajos junto con Fjuze, compañía holandesa de organización de eventos, para poner en marcha el primer espectáculo de drones de la historia. Seis años después, cuando en 2021 se celebraban con un año de retraso los juegos Olímpicos de Tokio 2020 debido a la pandemia, más de 1.800 drones inauguraron la nueva temporada olímpica en la capital nipona. Hoy en día son los ayuntamientos los que, de la mano de Flock Drone Art, ponen en marcha estos espectáculos para sus ciudadanos.
La startup gerundense se dedica a la realización de espectáculos con drones de luz en España. Diseñan y producen estas pequeñas aeronaves no tripuladas y coreografían sus vuelos al ritmo de la música. «Mediante la construcción propia de unos drones especiales equipados con un potente led y geolocalización precisa», junto con el uso de un potente software de gestión, la empresa es capaz de realizar «vuelos de enjambres de drones sincronizados» que se traducen en dibujos, formas, letras y efectos lumínicos de grandes dimensiones para el espectador, explica Fran Arnau, CEO y fundador de la empresa.
Para poder llevar a cabo el show de doce minutos, el equipo de Flock Drone Art «crea el diseño de lo que queremos ver en el cielo mediante un software de creación 3D». Así, se simulan los drones con esferas a las que les dan color y movimiento. Después, traspasan las coordenadas X, Y y Z del modelo 3D generado mediante un proceso informático que producirá la ruta correcta para cada dron y se encargará de que todas las aeronaves despeguen y vuelen al mismo tiempo. Tanto los drones como el software utilizado durante los espectáculos y el logaritmo de programación y de control de distancias han sido creados por esta startup gerundense.
La compañía fue fundada en 2019 después de que Arnau acudiera al ‘Barcelona Drone Camp’, un curso organizado por Mas Vinyoles Hub, que tenía como objetivo la creación de proyectos empresariales en el entorno de la tecnología que usan los drones, y presentara la empresa como proyecto final del curso. Después de esto, Mas Vinyoles Venture Factory se postuló como ‘business angel’ junto con Agrotech Geomap y la empresa vio la luz. Por supuesto, como el resto de los negocios, el del espectáculo fue uno de los muchos que se vio altamente afectado por la pandemia. «A finales de 2020 obtuvimos los primeros permisos para volar en zonas públicas y realizamos el primer espectáculo en Catalunya, concretamente en Manresa», pero «las restricciones por el Covid y la dificultad para obtener permisos aéreos no nos permitieron arrancar en volumen de trabajo hasta verano del 2021», comenta el CEO. Si bien los comienzos de Flock Drone Art estuvieron repleto de dificultades, Arnau asegura que para finales de 2022 la empresa habrá casi triplicado el número de espectáculos y de facturación.
La compañía, capaz de realizar espectáculos hasta con 200 drones al mismo tiempo (el límite establecido por la regulación), tiene una tarifa que inicia en 15.000 euros por show y cuenta con clientes principalmente institucionales como distintos ayuntamientos, si bien también ha trabajado con empresas como Zara.