Portugal, de modelo para Sánchez a ejemplo para Feijóo
Las políticas del socialista Costa, en las antípodas de las del Gobierno español: sube salarios y pensiones públicas menos que el IPC y que los sueldos privados y deflacta las tarifas del IRPF
N Oestán tan lejos aquellas palabras del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, refiriéndose a su homólogo portugués: «De mi amigo Antonio aprendo todos los días», decía en una visita al país vecino, en julio de 2018. Y es verdad que tienen muchas cosas en común. Los dos son socialistas. Los dos han gobernado con alianzas con comunistas y populistas. Sin embargo, en política económica han tomado medidas dispares en el pasado y vuelven a hacerlo ahora. Mientras en Portugal se ha puesto alfombra roja al ahorro y al capital para atraer inversiones, en España se le demoniza y se anuncian impuestos que solo generan inseguridad jurídica. Pero además también afrontan de manera distinta el reparto del coste de la crisis.
Adiferencia de lo que ha ocurrido en España, en Portugal sí se ha conseguido un pacto de rentas, impulsado desde el propio Gobierno, que ha dado ejemplo con incrementos moderados de las pensiones y los sueldos públicos. Aquí, se ha pedido desde el Ejecutivo que empresarios y trabajadores del sector privado se apretaran el cinturón y llegaran a un acuerdo para moderar salarios y márgenes empresariales, mientras el sector público hacía la guerra por su cuenta. Así, en el país vecino, y pese a que la ley les obligaría a subir las pensiones más del 7%, ya que las tienen ligadas a la inflación y al PIB, solo las incrementarán con carácter general un 3,5% y las más bajas, un 4,3%, en ambos casos muy por debajo de la subida de los precios. Las subidas de los salarios públicos van del 2% al 8%, en función de su cuantía. Y para el sector privado, el pacto pasa por subir los salarios un 5,1% anualmente hasta 2026.
La principal diferencia con lo que está ocurriendo en España es que las subidas en salarios y pensiones públicas son inferiores a las del sector privado. Y, además, tienen otra característica que permite ahorrar millones de euros a las arcas públicas, y es que se suben más los salarios y las pensiones bajas que las altas. En España la cuantía del incremento es idéntica para todos, lo que dispara la factura final y además produce situaciones difíciles de explicar