El coche eléctrico derrapa en los parqués bursátiles
Los retos estructurales que afronta el despliegue masivo de esta tecnología pasan factura y obligan al inversor que busque oportunidades a ser muy selectivo
Este año no está siendo bueno para los fabricantes de coches eléctricos. Tras registrar espectaculares subidas de cotización en años anteriores, primeros espadas del sector se han desplomado en los tres primeros meses de 2024. Por poner algunas cifras, Rivian ha caído un 47%, Xpeng un 34,2%, Tesla un 30,4% y Nio un 11%.
«El mercado del coche eléctrico ha experimentado una corrección reciente debido a varios factores, como el aumento de los tipos de interés, la inflación y los problemas en la cadena de suministro. Además, la creciente competencia y las preocupaciones sobre la rentabilidad han contribuido a esta desinflación de la fiebre del mercado», dice Sergio Ávila, analista de IG Group.
Factores diversos
Según este analista, la caída une factores macroeconómicos y los específicos de la industria. «La ‘fiebre’ o entusiasmo inicial que vivimos por los vehículos eléctricos ha dado paso al reconocimiento de las dificultades y desafíos asociados con la adopción masiva perseguida, incluida una infraestructura de carga inadecuada (y que tardará mucho más de lo previsto en desplegarse de forma efectiva) y la falta de opciones asequibles en precio para los usuarios», dice Javier Molina, analista senior de mercados para eToro.
Esto último se refleja en reducciones de precios por parte de los fabricantes para estimular la demanda. Además, grandes empresas como Ford y General Motors han pospuesto importantes inversiones en capacidad para vehículos eléctricos, e incluso Tesla ha retrasado la puesta en marcha de una nueva fábrica prevista en México, explica el analista. «Estos reveses sugieren que incluso aumentando las ventas de vehículos eléctricos, el ritmo de adopción se está desacelerando, lo que está afectando al mercado de Estados Unidos y de Europa», dice Molina. Por su parte, Sonia Alegre, directora de la oficina de representación de Freedom Finance en Madrid, considera que el exceso de oferta en el sector está socavando el valor percibido de los fabricantes de esta industria, que se esfuerzan por diferenciarse en medio de una competencia cada vez mayor, especialmente de las empresas chinas de vehículos eléctricos, donde los costes de producción son mucho más bajos.
«Las empresas productoras de vehículos eléctricos se enfrentan a multitud de retos a corto y largo plazo que dificultan su crecimiento sostenible. A corto plazo, los elevados costes iniciales asociados a los vehículos eléctricos representan una barrera significativa para su adopción generalizada, especialmente entre los consumidores preocupados por su presupuesto», dice Alegre.
Para Javier Niederleytner, profesor del máster en Bolsa y Mercados Financieros del Instituto Estudios Bursátiles (IEB), los mayores retos que enfrentan estas empresas es que el usuario tenga conciencia de que la autonomía del vehículo y la carga de las baterías no sea un inconveniente. En su opinión, esto está lastrando el interés de los consumidores por este tipo de productos.
Sobre qué factores podrían provocar un cambio de tendencia, Ávila, de IG Group, considera que una de las claves a corto plazo es que los fabricantes sean capaces de gestionar el aumento de los costes y garantizar el suministro de materias primas, a la vez que aumentan la producción para satisfacer la demanda. « Para superar estos retos, las empresas deben ser innovadoras, eficientes y colaboradoras, desarrollando nuevas tecnologías, reduciendo costos, optimizando la producción y trabajando en conjunto con gobiernos y otras entidades. Aquellas que puedan adaptarse estarán preparadas para aprovechar el crecimiento del mercado del coche eléctrico en el futuro», dice el analista de IG Group.
Mientras tanto, Alegre, de Freedom Finance, cree que ciertos cambios políticos podrían ayudar a estimular este mercado, como por ejemplo la prohibición de la venta de vehículos con motor de combustión interna. «Estos cambios podrían estimular la demanda y restablecer la confianza de los inversores», dice. La experta destaca otros elementos como el desarrollo de nuevas tecnologías, las mejoras de las baterías o de las infraestructuras de recargas. «Aunque la recesión actual puede servir de obstáculo temporal, las perspectivas a largo plazo del mercado de vehículos eléctricos siguen siendo optimistas», dice.
Enfoque global
Molina, de eToro, subraya que para fomentar un cambio alcista, se necesitará un enfoque global que incluya mejoras en la infraestructura de carga, la introducción de más modelos de EV a precios más asequibles, y políticas gubernamentales que apoyen a consumidores y a fabricantes. «Se necesita más conciencia y apoyo desde el sector público y privado, para que el costo de las baterías baje para poder mejorar precios y así estimular la demanda. Así mismo, hay que integrar los EV en una estrategia de transporte más amplia y sostenible que aborde los problemas de movilidad de manera integral», añade. ¿Sigue este mercado representando una oportunidad de inversión? Los analistas tienen opiniones diversas. Niederleytner, del IEB, cree que no, ya que piensa que los fabricantes de estos vehículos ya no tienen el ‘monopolio’ de antes. Molina considera que este mercado aún puede atraer a inversores interesados en la economía verde. Y Ávila destaca como puntos a favor el crecimiento del mercado y la mayor conciencia climática, además de que se trata de empresas de alta tecnología. No obstante, el experto cree que se deben considerar riesgos como la volatilidad del mercado, la competencia creciente y posibles cambios regulatorios. «Aun con todo, el mercado de vehículos eléctricos ofrece un potencial atractivo, pero hay que ser muy selectivo», concluye.