España debe enderezar el rumbo de las reformas
El FMI ha echado un buen rapapolvo a nuestro país, en algunos casos de manera preventiva, sobre el impacto de las normativas aprobadas o que pretende aprobar el Gobierno de Sánchez
E LFondo Monetario Internacional publicó el pasado viernes su informe sobre la economía española y su veredicto sobre las reformas aprobadas por el Gobierno. Como todo en la vida, podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío. Los que lo ven medio lleno, destacan la mejora de sus previsiones, con una estimación de crecimiento del 1,9% frente al 1,4% estimado previamente y que justifican en las cifras de cierre de 2023 y en los buenos datos del comienzo del ejercicio, que han sorprendido a la institución. Pero el FMI también advierte de riesgos, y se refiere en concreto a la fragmentación política. De hecho, mantiene su previsión para 2025 en el 2,1%.
Pero más jugosas que sus previsiones económicas son los análisis sobre las reformas emprendidas y que, a su juicio, no han tenido los resultados tan exitosos como vende el Gobierno. Le preocupa especialmente al organismo internacional la reforma de las pensiones, porque considera que la subida de cotizaciones aprobada por el Gobierno dificultará la contratación y aún así es insuficiente para garantizar la sostenibilidad de las pensiones.
Se
quejan los empresarios de los elevados costes sociales, pero lejos de escuchar sus quejas, el Ejecutivo no deja de elevarlos. De hecho, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con la coartada de una resolución del Comité Europeo de Derechos Sociales, que todavía no conocemos, ya ha anunciado que va a elevar el coste de la indemnización por despido, una medida que, por cierto, el propio