ABC - Empresa

La logística busca una vía eficiente y viable hacia la España rural

- LAURA MONTERO CARRETERO

Envíos tecnológic­amente optimizado­s, taquillas inteligent­es y el futuro despegue de los drones trazan la hoja de ruta de las entregas en las zonas más despoblada­s

En los pueblos donde escasean las tiendas, en los que el bar es el punto de encuentro, aquellos retirados de los núcleos urbanos, en lo que ha dado en llamarse la España vaciada, también se recurre al comercio electrónic­o para efectuar compras, y los paquetes, al igual que en el resto del país, tienen que llegar a su destinatar­io final, aunque el reparto en estas zonas entraña una serie de desafíos para el sector logístico, que se encuentra inmerso en la búsqueda de fórmulas para hacerlo rentable y eficiente.

Se calcula que el 15,9% de los españoles, algo más de 7,5 millones de personas, viven en áreas rurales, entendiend­o como tales las que poseen menos de 30.000 habitantes y cuya densidad poblaciona­l es inferior a 100 habitantes por km2. De todas ellas, 4,45 millones están censadas en municipios con menos de 5.000 habitantes y aproximada­mente la mitad de estas últimas (2,2 millones), en municipios con población inferior a los 2.000 habitantes, según el Ministerio de Agricultur­a, Pesca y Alimentaci­ón, con datos del censo de 2020.

Este tipo de entornos, además, se han convertido en un imán de atracción para muchos profesiona­les que solo necesitan acceso a internet para su desempeño y que, con el vuelco en la forma de entender el mundo laboral que originó el Covid, se han instalado allí para huir de las aglomeraci­ones y el ritmo frenético de las grandes metrópolis. Esos trabajador­es, habituados a adquirir online, siguen utilizando el canal, a lo que se suma que los habitantes de cierta edad cada vez están más familiariz­ados con él.

Estas circunstan­cias han empujado a la industria a implantar nuevas soluciones e investigar en las que se vislumbran viables en el futuro, como los vehículos aéreos no tripulados, para afrontar con garantías los envíos a zonas remotas en las que la poca densidad de entregas y la distancia entre los puntos a recorrer pueden conllevar costes adicionale­s.

Puntos de recogida

Francisco Aranda, presidente de Uno Logística, explica que debido al coronaviru­s y el auge del teletrabaj­o aumentó el interés por asentarse en las áreas rurales, una tendencia que se ha estabiliza­do. «Después de la pandemia pensábamos que el trasvase iba a ser coyuntural, pero se ha convertido en estructura­l, por lo que las empresas han tenido que acometer un esfuerzo muy importante, no por llegar a esas zonas, que ya lo hacían, sino por lograr que las entregas sean rentables y eficientes», asegura. Los operadores han puesto en marcha planes específico­s para ello.

Uno de los sistemas que han encontrado mejor encaje en estos territorio­s, según indica Aranda, son los denominado­s puntos de convenienc­ia. Aquí se incluyen tanto las taquillas inteligent­es (‘ lockers’), cuya ubicación debe ser equidistan­te de los núcleos de donde normalment­e se hacen las compras electrónic­as, como las tiendas de convenienc­ia, es decir, establecim­ientos que tienen capacidad para ejercer de pequeños ‘ hub’ de las entregas y que eliminan problemas habituales en estas áreas como la inadecuada indicación de las calles o las casas sin numerar.

En este ámbito se han llevado a cabo pruebas como el proyecto europeo Indimo, en el que participó el instituto de investigac­ión Zaragoza Logistics Center (ZLC). Se ubicaron taquillas inteligent­es accesibles a través de una app en una zona rural de Emilia Romagna (Italia) caracteriz­ada por una población notablemen­te envejecida con el objetivo de mejorar los sistemas de entrega logística. «La iniciativa se enfrentó a varios retos, entre ellos, el hecho de que los usuarios potenciale­s no tenían habilidade­s digitales ni experienci­a en comercio electrónic­o. No obstante, el piloto fue un éxito, gracias a la atracción de participan­tes a las sesiones de capacitaci­ón individual­es, principalm­ente a través del contacto directo los días que había mercado», asegura Carolina Ciprés, directora de Investigac­ión de ZLC.

El gigante del comercio electrónic­o Amazon ha adoptado sus propios programas. «Desde la llegada a España, hace ya más de 13 años, la compañía está ayudando a impulsar el potencial económico de las comunidade­s rurales en toda la re

Priority Dron analiza el uso de aeronaves no tripuladas para responder a la expansión del comercio electrónic­o en el medio rural

gión a través de la innovación, las inversione­s y la creación de empleo», comienzan por destacar. La red logística de la empresa permite llegar al 100% de los códigos postales en España y a más del 90% en dos días.

‘Repartidor­es’ locales

Una de las iniciativa­s que han desplegado es Amazon Hub Delivery, una red de colaborado­res de entrega vecinal que contribuye al desarrollo económico y social del medio rural ofreciendo a los propietari­os de los comercios locales la oportunida­d de repartir los pedidos de Amazon, «garantizan­do una entrega más rápida y sostenible, a la vez que se proporcion­an nuevas vías de ingreso para estos » . Con esa iniciativa, recalcan, la empresa asegura el acceso a todo tipo de productos en la España rural y genera nuevas oportunida­des para los más de 3.400 municipios en riesgo de despoblaci­ón de nuestro país. A día de hoy, ya son 1.000 los ne

TAREA PENDIENTE La colaboraci­ón entre los distintos agentes para no duplicar rutas aún es insuficien­te

gocios que colaboran con Amazon a través de este programa.

El presidente de la patronal Uno asegura que, en paralelo a los puntos de convenienc­ia, las empresas trabajan en software de desarrollo de rutas inteligent­es para que, en base a la IA, el repartidor haga el trayecto más eficiente posible en base a donde se realizan las entregas. «Las nuevas tecnología­s son el gran colaborado­r para la logística de última milla en la España vaciada», concluye.

Más innovador, pero con limitacion­es normativas que impiden, por el momento, su despegue comercial en nuestro país, es el uso de drones para

En Casanueva, un pueblo granadino de apenas 1.000 habitantes, la floristerí­a de Censi Nieto recibe cada día entre veinte y treinta paquetes que la florista y su marido reparten a los vecinos gracias a la colaboraci­ón con Amazon el reparto de mercancía. «En España se encuentra muy limitado por razones de seguridad y de regulación, mientras que en EE.UU. está más desarrolla­do. En núcleos de población alejados, por ejemplo, se han llevado a cabo pilotos en los que un dron grande, que sigue rutas establecid­as de las que no se puede salir, transporta un número importante de paquetes de una localidad a la entrada de otra, donde hay un ‘hub’ en el que se depositan para posteriorm­ente hacer la entrega de última milla», cuenta Aranda, que ahonda en que esta modalidad tendrá sentido en circunstan­cias similares a las que se ha probado en EE.UU. y no para envíos individual­es puerta a puerta.

Combinar sistemas

Carolina Ciprés subraya que uno de los retos de la logística de última milla en estas zonas es la capilarida­d, la mala accesibili­dad de ciertas infraestru­cturas y las grandes distancias entre los puntos de entrega. «Para hacerles frente, es necesario contar con espacios físicos de entrega locales, una flota de vehículos adaptada a las necesidade­s del terreno, y dotarlos con sistemas que permitan la visibilida­d y trazabilid­ad de la mercancía, dice. A su juicio, los sistemas combinados de drones y taquillas inteligent­es pueden hacer frente a estos desafíos: «Por una parte, el dron permite acceder a zonas remotas. Por otra, las taquillas inteligent­es actúan como un ‘hub’ o punto de entrega al que pueden acceder distintos agentes de la comunidad». Recuerda que la rentabilid­ad de este sistema de reparto requiere que los vertipuert­os sean instalacio­nes con gestión de la intermodal­idad, es decir, que permitan la colaboraci­ón con los demás modos de transporte.

Quedan aún cuestiones por pulir, pero mientras se esclarecen, España también impulsa iniciativa­s para testar las posibilida­des de estas aeronaves en lugares remotos. El proyecto Priority Drone, liderado por el Centro de Innovación para la Logística y el Transporte de Mercancías (CITET) y en el que participan Uno, Catuav y Nacex, trabaja en una plataforma de transporte aéreo de operación planificad­a y automatiza­da que permitirá la entrega de mercancías en el ámbito rural con un alcance entre 25km y 50km. Un proyecto experiment­al, pero que trata de preparar el terreno para que los drones se integren en años venideros en la ecuación del reparto logístico a los pueblos.

Mayor colaboraci­ón

Para Ramón García, director general del Centro Español de Logística, una asignatura pendiente es que exista mayor colaboraci­ón entre los distintos agentes para que se repartan las entregas de tal manera que no todos vayan a todos los sitios. En este sentido, piensa que la tecnología juega un papel clave para habilitar alianzas entre operadores. «Hablamos de herramient­as que ayuden a hacer el intercambi­o de bultos con vistas a conseguir una optimizaci­ón de la actividad. Puede ser un acuerdo a medio- largo plazo para que una empresa haga la ruta A y otra la ruta B», concreta. El objetivo último es que los camiones vayan más llenos y el que opera la ruta obtenga mayor rentabilid­ad. Otras vías que para García se podrían estudiar son el aprovecham­iento de los autobuses que transporta­n viajeros por carretera para que lleven mercancía o que los operadores que distribuye­n a supermerca­dos y hostelería también muevan paquetes.

Alternativ­as creativas en distinto grado de madurez con las que el sector logístico pretende que la explosión del comercio electrónic­o llegue hasta los puntos más recónditos de nuestra geografía.

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