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UN ALUVIÓN DE INVERSIÓN EXTRANJERA
Los proyectos relacionados con el turismo y el comercio reverdecen en Andalucía de manos del capital foráneo
Los expertos coinciden: en los últimos meses las inversiones ligadas al turismo y al comercio se han reactivado y todo apunta a que se extenderán en el tiempo. El miedo a invertir de años pasados se difumina rápidamente al calor de dos los principales sectores de la economía andaluza. Comercio y Turismo han constituido siempre una buena simbiosis y se han beneficiado mutuamente de la benigna coyuntura.
Y los vientos soplan hoy favorables para ambos a juzgar por los datos que indican que Andalucía recibió el pasado año 8,5 millones de turistas extranjeros, es decir, un 7,8% más que el año anterior, solo superada por Canarias.
Los números del primer trimestre de este año siguen acentuando esta tendencia, puesto que fue la región que más creció, al recibir a 1,3 millones de visitantes foráneos, según Frontur, la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera que elabora el Gobierno central. Con este favorable escenario, los fondos de inversión han vuelto a Andalucía y han capitalizado a su favor las oportunidades de negocio que la crisis frenó en seco, ope- raciones que se concretan especialmente en las zonas costeras, que siguen siendo las joyas de la corona inmobiliaria.
«Se está produciendo un movimiento inversor en los últimos meses de 2015 como no ha habido en todo el año 2014», explica Miguel Sánchez, presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía, quien puntualiza que estos desembolsos proceden mayoritariamente de capital extranjero, sobre todo del Reino Unido, países del Golfo y Asia.
Nuevo impulso
Entre los proyectos que se están concretando destacan algunos varados en los despachos desde hace diez años. Tal es el caso del que puede convertirse en el mayor complejo comercial de Andalucía promovido por la promotora británica Intu Properties en Torremolinos. Contaría con 175.000 metros cuadrados de superficie en los que se incluyen tiendas, cines, bares, restaurantes, hotel de lujo y un aparcamiento con capacidad para 5.000 plazas. Una inversión que podría generar 3.000 empleos tras una inversión global de 250 millones de euros.
Otro ejemplo de la reactivación es el proyecto de ampliación del club de polo Santa María de Sotogrande. Una inversión de 1.000 millones —escalonada en varias fases— que prevé crear 5.000 empleos y dirigido a convertir el club en un referente mundial en la práctica de este deporte, dirigido a un segmento de alto poder adquisitivo. El objetivo es iniciar las obras durante el próximo año.
Y también en Sotogrande ha puesto sus ojos Cerberus, que el pasado octubre se hizo con dos hoteles, dos campos de golf y el futuro desarrollo inmobiliario de NH en este enclave gaditano, por 225 millones de euros.
Muy optimista también se ha mostrado el presidente de los urbanizadores andaluces, Ricardo Arranz, para quien «los diez mejores años de Andalucía comienzan ahora». Cree que hay que aprovechar estas inyecciones inversoras para «reactivar la construcción». Según sus cálculos, hay más de una veintena de proyectos inmobiliarios en la Costa del Sol que empiezan a concretarse, algunos de ellos vinculados a nuevos proyectos turísticos que combinan la propiedad privada con el uso hotelero.
Este creciente interés de los inversores extranjeros les lleva a quedarse con complejos residenciales. Un ejemplo de ello es el «Golf Hills Village» de Estepona, compuesto por 152 viviendas que pasan a la sociedad de inversión CTH Capital.
También en esta localidad costasoleña se anuncia para el año próximo la primera fase de un complejo de 400 viviendas, que proyectará la promotora Ikasa de Madrid, después de haber comprado el terreno hace once años. A juicio de esta empresa es ahora un buen momento para el sector de las viviendas de lujo. La inversión proyectada ronda los 205 millones de euros. Según esta promotora, el municipio de Estepona duplica actualmente el crecimiento medio de toda la Costa del Sol.
También comienza a reanimarse el segmento del golf, otrora ligado a urbanizaciones y segundas residencias, una combinación a la que la Junta de Andalucía puso freno en su día. Se reactivan
actualmente tres proyectos deportivos en Mijas, zona de la Janda (Cádiz) y Huelva. Al respecto, Sánchez recuerda que ese modelo inmobiliario, con viviendas pequeñas y caras «no funcionó y no creo que se repita».
Se trata, en cualquier caso, de un deporte al que mimar por cuanto sus practicantes dejan 88 euros diarios, esto es, 30 más que el turista medio que visita Andalucía. Además, su estancia media es de 12 días, tres más que el resto. Durante el pasado año acudieron a la Comunidad 458.000 golfistas, según datos de la Consejería de Turismo.
Otro proyecto ligado al deporte es el que la inmobiliaria Metrovacesa quiere levantar en Tarifa. Se trata de la llamada «Ciudad del Surf». El mismo contempla desde alojamientos a zonas comerciales, pasando por viviendas y una escuela de hostelería. La inversión está cuantificada en unos 70 millones de euros.
A pesar de estas buenas noticias, Migeuel Sánchez sostiene que el modelo turístico en sí no ha cambiado, «pero si tenemos que hacer mejor las cosas». En esta línea explica que hay que abandonar el modelo de masificación, cuyo máximo exponente está en la Costa del Sol. En cambio, destaca como aspectos positivos con que Andalucía cuenta con buenas infraestructuras viarias y la seguridad jurídica, dos aspectos considerados fundamentales para los inversores.
Por el contrario, admite que sí han variado los hábitos de los turistas y, especialmente, del visitante nacional desde que comenzó la crisis económica.
El viraje se ha producido en la forma de viajar. Ahora las vacaciones se fraccionan, se buscan escapadas de 3-4 días o, simplemente, de fines de semana «porque ya no hay la alegría de antes. También nos hemos dado cuenta que si se viaja a lugares cercanos de casa también se disfruta, no hacen falta diez horas de avión para pasarlo bien», señala Miguel Sánchez. Ello ha motivado que muchos rincones de Andalucía, antes adormecidos, se hayan convertido hoy en reclamo turístico.
Valor añadido El turismo del golf es uno de los que atraen a visitantes de mayor poder adquisitivo