ABC - ABC - Especiales Andalucía
Andalucía, un mosaico de joyas universales
El sur de España condensa un incalculable tesoro patrimonial que no ha pasado desapercibido a la UNESCO, que incluye en su catálogo desde Doñana hasta la Catedral de Sevilla, Úbeda y Baeza, la Alhambra o el Arte Rupestre levantino
Las maravillas patrimoniales que atesora Andalucía son bien conocidas en todo el mundo, una riqueza forjada por el paso de los siglos y de las civilizaciones que la han convertido en uno de los destinos predilectos para visitantes nacionales e internacionales. Unos parajes naturales que aglutinan los más variados ecosistemas; un legado prehistórico que aún puede leerse en las paredes de sus cuevas y grutas y una monumentalidad sublime que resume la esencia de las tres culturas son las claves que han convertido a esta región en un imán para el turismo cultural. Toda esta belleza no ha pasado desapercibida a la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que ha incluido hasta siete bienes andaluces en su catálogo de Patrimonio de la Humanidad. Esta catalogación hunde sus raíces en 1959, cuando esta institución quiso proteger los monumentos de Nubia (Egipto) ante la amenaza que suponía la construcción de una presa en la zona. Desde entonces, han sido numerosos los bienes patrimoniales y naturales que han recibido tal distinción y han adquirido la consideración de valor universal excepcional. En España estas nominaciones no llegarían hasta 1984, cuando se declaró Patrimonio Universal a diversos bienes, algunos de ellos ubicados en Andalucía: la Mezquita de Córdoba, la Alhambra y el Generalife de Granada, el parque, el palacio Güell y la Casa Milá en Barcelona y el monasterio de San Lorenzo del Escorial en Madrid.
Hubo que esperar tres años para que Andalucía ampliara su catálogo de Patrimonio Universal con la inclusión de la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla. En el 94 se sumó el Parque Nacional de Doñana y se incorporó el Albaicín a la nominación de Granada, en el 98 el Arte Rupestre del Arco Meditérraneo de la Península Ibérica, en el 2003 las ciudades renacentistas de Úbeda y Baeza y la más reciente incorporación, que ha tenido lugar este mismo año, los Dólmenes de Antequera.
Proponemos a continuación un repaso por estos espacios, auténticas joyas monumentales y naturales que se han convertido en una visita obligada para el turismo cultural y patrimonial. Recorrer cualquiera de ellos es un auténtico privilegio que cada año realizan millones de visitantes de todo el mundo, una experiencia para todos los sentidos que nadie debe perderse.