ABC - ABC - Especiales Andalucía
Deportes
El Betis vivió un 2018 de crecimiento, mientras que el Sevilla mantuvo los buenos resultados deportivos pese a una creciente marejada institucional. El año trajo un campeón de Europa de halterofilia, Josué Brachi .
Positivo. Mucho. El balance del 2018 para Betis y Sevilla, Sevilla y Betis, no se puede calificar de otro modo. Con algún mal momento, por supuesto, pero siendo muchos más los buenos. Creciendo. Y llegando a cotas muy importantes. La sonrisa fue prácticamente total en Heliópolis con la entrada en Europa, el quedar por encima del eterno rival y un derbi para el recuerdo en el Día de Reyes. Pero es que las cosas en Nervión, a pesar del duro varapalo de la final de la Copa del Rey y de que se clasificó in extremis para su competición fetiche, también fueron positivas porque estuvo a 90 minutos de ganar un título y llegó a los cuartos de final de la Liga de Campeones con algún partido para la historia como el de Old Trafford. Pero vayamos por partes. El nuevo Betis es una realidad. Se venía vendiendo año tras año, temporada tras temporada, pero nunca llegaba. Ya sí. Desde el verano de 2017 y con un 2018 casi para enmarcar. De hecho, empezó con una goleada al eterno rival en el Sánchez-Pizjuán y acabó con el equipo sexto en LaLiga y con perspectivas muy positivas en Europa y la Copa del Rey. En medio, una clasificación europea y un crecimiento en lo deportivo, de la mano de Lorenzo Serra Ferrer (fichajes inimaginables hasta hace poco) y Quique Setién, y en lo institucional, con un Ángel Haro que encabeza un proyecto que ha enterrado los problemas institucionales y se caracteriza por la paz social. El borrón, en el baloncesto. En Nervión, sin entrar en detalles, todo el mundo hubiera firmado un 2018 como se dio, aunque es verdad que hubo bastante marejada. Montella, que llegó para mejorar a Berizzo, acabó siendo sustituido en el tramo final por Joaquín Caparrós, quien a su vez cogió el testigo de la dirección deportiva tras la destitución de Óscar Arias. El movimiento no quedó ahí, porque también se está negociando la venta del club a capital externo, lo que enrareció el ambiente en el final del año. Eso sí, a pesar de todo ello, ahí está el Sevilla otra vez: tercero en LaLiga y vivo en la Copa y la Liga Europa.