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Andalucía
Llegó el gran cambio: las elecciones del 2 de diciembre dejaron al PSOE sin opciones de gobernar Andalucía por primera vez en 36 años. Los asesinatos de Gabriel Cruz y Laura Luelmo conmocionaron a los españoles.
ESTE que acaba fue para Andalucía el año en el que se hizo más patente el drama de la inmigración en nuestras costas. Fue el año en el que tomamos conciencia de que las mafias del narcotráfico dejaron el menudeo para ajustar a tiros sus cuentas por toneladas en el Campo de Gibraltar y la Costa del Sol.
Este año que termina será recordado por el luto que causaron dos sucesos abominables que replantearon los límites más inmundos de la condición humana mientras las esquelas de Gabriel y Laura sumaban razones para mantener en vigor la prisión permanente revisable que algunos quieren derogar. También 2018 será recordado por sus lluvias indómitas que dejaron costas y pueblos destrozados o porque fue el año en el que, por fin, quedó visto para sentencia el primer juicio del caso ERE o en el que se conocieron los tejemanejes de la Fundación Faffe...
Con semejante carta de presentación, 2018 estaba condenado al rincón de los malos en las estanterías de la historia. No merecía más. Pero, cuando ya estaba prácticamente catalogado, el 2 de diciembre ocurrió un hecho que le cambió el destino, tanto como para pasar a ser considerado una de las fechas fundamentales de la historia política de Andalucía.
No le tocaba, pero la presidenta Susana Díaz cambió su destino en la historia adelantando unas elecciones por interés propio. Esas elecciones, que se saldaron con una pírrica victoria del PSOE frente a una nueva mayoría de PP y Ciudadanos, con apoyo de Vox, gracias a su sorprendente irrupción en el panorama político, ponían fin a la hegemonía del PSOE en el Gobierno andaluz cuando los socialistas se disponía a celebrar cuatro décadas de poder en la única comunidad autónoma que desconocía la alternancia política en España.
A 2018 ya no hay quien le quite el sobrenombre de «El año del cambio» en Andalucía. A falta de la formación de un nuevo Gobierno, acontecimiento que deja de herencia al año que viene, el pacto del cambio político no solo ha sido la noticia del año sino la de varias décadas.