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UN TREN DE CRECIMIENTO PARA ANDALUCÍA
Es necesario potenciar las infraestructuras portuarias y mejorar sus conexiones con los nodos logísticos del interior. Nunca como ahora hemos tenido tantos recursos para acometer un reto de este calibre
Los puertos han sido históricamente enclaves estratégicos para el comercio, el movimiento de personas y el intercambio de ideas; llaves, en definitiva, de desarrollo y prosperidad de los territorios. Una puerta siempre abierta hacia el exterior que hoy, más que nunca, demuestran su importancia. No en vano, el 80% del comercio mundial se mueve a través del tráfico marítimo, para el que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) espera un crecimiento del 4,8% en 2021.
De sentido común es, por tanto, para cualquier país explotar todas las posibilidades de crecimiento, riqueza, empleo e internacionalización que genera el comercio marítimo. En Andalucía –y en España gracias a ella en buena parte— partimos de una posición geoestratégica privilegiada. La Naturaleza y la Historia nos han hecho ese regalo, de la que se han beneficiado todas las civilizaciones que por nuestra tierra pasaron: Fenicios, Cartagineses, Romanos, Islámicos, y España más de 500 años.
Nuestra región abraza desde la Bahía de Algeciras uno de los cuatro puntos estratégicos que vertebran el tráfico marítimo mundial, el Estrecho de Gibraltar, punto estratégico de desviación cero en la ruta ‘round de world’ que se inicia en el Este de Asia, transcurre por el Sudeste Asiático, entra en el Mediterráneo por el Canal de Suez y sale del mismo a través del Estrecho de Gibraltar, navegando el Océano Atlántico rumbo al Canal de Panamá, para volver a iniciar ese camino de riqueza.
La potencialidad que esta ventaja representa en términos de desarrollo es inmensa. Es una increíble oportunidad para la actividad comercial que Andalucía ha sabido aprovechar, pese a las dificultades de una conexión ferroviaria con más de un siglo de antigüedad que aún pervive en algunos tramos de salida de la mercancía. Aun así, gracias al Puerto de Algeciras y al resto del sistema portuario an
En la imagen superior el puerto de la Bahía de Algeciras, situado en uno de los cuatro puntos estratégicos que vertebran el tráfico marítimo mundial. En la imagen inferior, los puertos de Málaga y Huelva daluz, nos hemos situado como líder nacional en exportaciones por vía marítima en toneladas, con 25,6 millones en 2020; y segunda por valor de las ventas, con más de 11.900 millones de euros.
Son unas exportaciones que representan el 43% de todas las de Andalucía en 2020. Una significación mucho mayor que la del conjunto de España, donde las exportaciones marítimas sólo significan el 31% del total.
Estos datos dejan claro que para seguir creciendo y reactivar la economía de Andalucía y España en unos momentos especialmente delicados, es necesario potenciar las infraestructuras portuarias y mejorar sus conexiones con los nodos logísticos del interior. En nuestro país, esto se traduce en el desarrollo de los corredores Mediterráneo y Atlántico y todos sus ramales, sin priorizar ni dejar atrás ninguno. Nunca como ahora hemos tenido a nuestra disposición tantos recursos para poder acometer una empresa de este calibre.
Hablamos, concretamente, de la necesidad de impulsar a la vez ambos ramales del corredor ferroviario Mediterráneo, tanto el Litoral como el Central, para explotar al máximo las potencialidades de nuestros puertos, desde Huelva a Almería, pasando por Cádiz, Sevilla, Algeciras, Málaga y Motril. Porque ambos son compatibles y porque los dos son igual de importantes y necesarios para la vertebración de un sistema de transporte intermodal que agilice el tráfico de mercancías e impulse el desarrollo económico y el empleo que tanto necesitamos. Una cuestión capital en el mundo post Covid-19.
Las oportunidades de desarrollo deben ser igualitarias para todos, y los Fondos de Recuperación Next Generation que llegarán a España harán posible por primera vez en la historia, trabajar en paralelo en ambos trazados, sin tener que renunciar a ninguno y sin generar enfrentamientos entre los territorios. No olvidemos que la propia UE las considera obras de infraestructuras prioritarias para España.
Así lo ha entendido un amplísimo colectivo de la sociedad española reunida en la Red de Ciudades Ramal Central, que aglutina el apoyo de más de un centenar de ciudades, gobiernos autonómicos, organizaciones empresariales y compañías del sector marítimo e industrial, al desarrollo de un ramal que permitiría a Andalucía y a España aumentar sus exportaciones y reindustrializarse, mejorando la cohesión territorial y la convergencia económica.
Para empezar, este proyecto permitiría dar salida ágil a la enorme cantidad de mercancías que se mueven a través del Puerto de Algeciras, principio y fin de los corredores Atlántico y Mediterráneo. El de Algeciras es el primer puerto de España y cuarto de la Unión Europea. Por él, pasa el 21% del tráfico de mercancías de España, más de 100 millones de toneladas cada año, que se distribuyen por todo el mundo gracias a sus más de 200 conexiones directas (sin transbordos) con puertos de los cinco continentes, en una oferta portuaria sin competencia, al servicio de Andalucía y España. No es necesario que expliquemos el importante impulso que experimentaría el comercio marítimo a través de este puerto, punto de encuentro de España y Europa con Asia, América y África, si se mejoran sus conexiones logísticas, mediante el desarrollo de un sistema de transporte intermodal competitivo en el país.
Pero no sólo se vería beneficiado el Puerto de Algeciras. Todas las áreas logísticas localizadas en el recorrido del Ramal Central, que en Andalucía son el futuro Puerto Seco de Antequera; el área logística de Majaravique, en Sevilla; el Parque Logístico del Higuerón en Córdoba; el futuro desarrollo del área logística Puerta de Andalucía en Jaén; o el Área Logística de Níjar, verían impulsada su actividad y negocio. Todo un acelerador del crecimiento de la ri
queza y el empleo en nuestra tierra, que se unirían a las que beneficia el Ramal litoral en nuestra parte oriental. Todo ello es cohesión territorial.
El momento para ello es ahora, cuando se presenta la oportunidad de aprovechar los fondos europeos Next Generation.
Un gran número de entidades públicas y privadas, organizaciones económicas y empresariales y particulares de toda España tenemos claro los beneficios de desarrollar el Ramal Central a la vez que el Litoral. Ahora, también, necesitamos el compromiso del Gobierno central. ¿Vamos dejar pasar este tren? ¿Vamos a desaprovechar la oportunidad de desarrollo equilibrado de los territorios con las posibilidades de creación de empleo, industrialización y despegue del comercio marítimo internacional que ello supone?
Muchos en Andalucía no estamos dispuestos a ello, por lo que, en el ámbito sus competencias, el Gobierno andaluz trabaja en un Plan de Coordinación de Puertos y de Impulso de la Exportación, que se elaboró desde Extenda por encargo de la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior, en un trabajo coordinado con las autoridades portuarias de nuestra región. Un documento que se marca el objetivo de aunar esfuerzos y aprovechar las sinergias para el desarrollo y promoción internacional de los puertos y del tejido empresarial andaluz.
De eso se trata, de sumar esfuerzos, de generar sinergias en torno a proyectos que conllevan beneficios para todos, y de ponernos todos a una para conseguir un desarrollo equilibrado, que genere cohesión territorial y empleo de calidad en Andalucía y España, gracias a unas condiciones geoestratégicas únicas en el mundo, que la Naturaleza y la Historia nos han regalado. Este es un tren al que todos debemos subirnos unidos.