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LA SANIDAD PRIVADA COGE IMPULSO
El sector privado representa casi un tercio del tejido sanitario en Andalucía, y durante la pandemia ha atendido a más de un 15% de los pacientes hospitalizados por Covid-19 en la región
La sanidad privada sigue creciendo a velocidad de crucero en Andalucía. En la era «post-coronavirus», todo parece indicar que las cifras de asegurados y clínicas, que no han dejado de sumar en los últimos años, lo seguirán haciendo. No en vano, según datos de Unespa, la patronal de seguro, las pólizas de salud privadas en Andalucía han aumentado sostenidamente entre un 3 y un 5% desde 2011.
Y es que, a grandes rasgos y en un rápido balance, se puede constatar que casi todas las grandes firmas nacionales, como Viamed, Vithas o Quirón Salud, están presentes en las grandes ciudades andaluzas, además de otras como los Hospitales José Manuel Pascual, que opera a nivel regional.
De hecho, son 13 grupos hospitalarios los que, según datos de IDIS, concentran el 47% de los hospitales privados y el 60% de las camas en España. Además, son Madrid, Cataluña y Andalucía las comunidades autónomas con mayor presencia de los grandes grupos hospitalarios.
No obstante, estas cifras crecientes son prácticamente independientes de la actuación de la administración pública: la Junta de Andalucía tan solo destinó en 2019 un 4,1% de su gasto en sanidad (10.780 millones) a conciertos con el sector privado. Según un informe de la Fundación IDIS, el gasto destinado a conciertos en Andalucía ha registrado una tasa de crecimiento anual del -0,01% en el periodo 2008-2019, presentando un aumento del 4,33% en el último año.
Estos datos están muy lejos de los que muestran otras comunidades en cuanto a conciertos con la sanidad privada. La que mayor porcentaje de gasto destina a este fin es Cataluña (un 26% de su presupuesto), y le siguen Madrid y las Islas Baleares. Andalucía es la quinta por la cola, tan solo por delante de Comunidad Valenciana, Extremadura, Cantabria y Castilla y León.
Más pólizas
Sin embargo, el interés de los contribuyentes por las pólizas de salud no ha dejado de crecer. Andalucía ha registrado un incremento anual del 5% en el número de asegurados desde 2016. En 2020, 1.670.742 andaluces tenían seguro de salud, casi un 20% de la población. En España, la cifra asciende a 9,2 millones de asegurados, sin contar con los mutualistas.
Y la consecuencia de esto es
SEGUROS Casi un 20% de la población andaluza tiene una póliza privada de salud
que también ha aumentado el volumen de primas (el dinero que se destina a sufragar los seguros privados), que ha crecido un 5,6% en el mismo periodo, hasta alcanzar los 1.244 millones de euros, siendo un 14% del mercado nacional.
Otro dato clave para entender la dimensión del tejido sanitario privado es que el gasto en el sector en Andalucía rondó los 4.548 millones. Quitando las pri
mas de los seguros privados (un 25,9%), el resto (3.369 millones) corresponde a «dinero de bolsillo», es decir, el pago directo de servicios o intervenciones por parte de los pacientes.
El tejido hospitalario
Por otra parte, en cuanto a instalaciones, el informe «Sanidad privada, aportando valor 2021» de la Fundación IDIS destaca que el sector privado dispone del 55,7% del total de los hospitales de Andalucía (59 centros), frente a los públicos (47). De esta forma, el sector privado controla el 27,5% de las camas hospitalarias de Andalucía (5.787) frente a las públicas, un 72,5% (15.229).
En cuanto a la tipología de los centros, el 80% (4.616) de las camas privadas se ubican en los 48 hospitales generales distribuidos por la comunidad, y 1.015 lo hacen en centros de salud mental y toxicomanías.
El equipamiento de alta tecnología es una de las señas de identidad del sector privado. Como explica la propia Fundación IDIS, la tecnología y los datos utilizados por los hospitales y centros sanitarios de carácter privado «previenen enfermedades, lo que a su vez reduce la necesidad de asistencia sanitaria futura y, consecuentemente, los costes sanitarios».
A nivel nacional, el sector hospitalario privado dispone del 52% de los equipos de resonancia magnética, del 44% de los PET (tomografía por emisión de positrones) y del 34% de los TAC. (tomografía axial). Por comunidades autónomas, se observa que Madrid (578), Cataluña (522), Andalucía (501) y Comunidad Valenciana (355) son las que cuentan con un mayor número de equipos de alta tecnología.
En Andalucía, el sector privado lleva a cabo el 60% de las litroticias por ondas de choque (un procedimiento para desintegrar cálculos en el riñón y el uréter), un 53% de densitómetros óseos y un 52% de resonancias magnéticas. En otros tratamientos, como los que conllevan equipos de diálisis, la sanidad pública está muy por encima, con un 92%.
Todas estas cifras, tal y como recuerdan desde la Fundación IDIS, refuerzan el planteamiento de que el sector sanitario privado es indispensable para liberar y ahorrar recursos de la sa
nidad pública. En concreto, se estima que el aseguramiento sanitario privado ahorra al Sistema Nacional de Salud hasta 1.368 euros por paciente al año.
En Andalucía, el gasto per cápita sanitario anual es de 1.807 euros, 541 euros pertenecientes al sector privado y 1.267 al público. Sin embargo, desde ASPE (Alianza de la Sanidad Privada Española), llevan meses advirtiendo que ha producido una «infrautilización» de los numerosos recursos de la sanidad privada durante la pandemia.
«Lamentamos no haber visto en algunos gestores públicos la misma predisposición que hemos mostrado nosotros a contribuir más con nuestras capacidades en los momentos críticos que hemos vivido y aún vivimos», asegura su presidente, Carlos Rus.
«Somos parte imprescindible del Sistema Nacional de Salud, representamos el 40% del gasto sanitario nacional, hasta 37.000 millones de euros, es decir, el 3,3% del PIB, y atendemos a más de 12 millones de usuarios anuales con una plantilla total de 360.000 profesionales», detalla para evidenciar el papel clave del tejido privado en España.
Efectos de la pandemia
Una de las mayores demostraciones acerca de la retroalimentación del sector público y privado se ha dado durante los momentos álgidos de la pandemia de la Covid-19.
«Es necesario conocer que la implicación de la sanidad privada en la pandemia ha sido máxima», insiste Rus. Según datos de ASPE, el 30% del total de españoles hospitalizados por Covid (en Andalucía, un 16%), y el 29% de ingresados en UCI durante 2020 fueron atendidos en centros sanitarios de la red privada. En Andalucía, los ingresados por coronavirus en la UCI de centros privados componen un porcentaje del 17%.
«La colaboración entre ambos sectores ha permitido descargar de presión asistencial y
COVID-19 El 30% de los españoles que han sido pacientes por Covid-19 lo han hecho en hospitales privados
financiera a la sanidad pública, así como evitar duplicidades y riesgos innecesarios», aseguran desde IDIS.
Más empleo
De hecho, tal y como destaca el presidente de ASPE, pese a las desprogramaciones y la reprogramación posterior, que «ha causado un fuerte impacto en las empresas», los hospitales privados no han dejado de invertir y de sumar nuevos efectivos sanitarios durante la pandemia. En concreto, se han incorporado más de 5.000 nuevos profesionales. Además, el 99% de los hospitales generales privados no han llevado a cabo EREs y el 94% no realizó ERTE.
«La sanidad privada no ha cesado de tender la mano al Ministerio de Sanidad y a las consejerías autonómicas del ramo; creemos que la población, y nuestros usuarios los primeros, son conscientes de nuestra permanente disposición y de que durante esta crisis sanitaria hemos puesto por delante la responsabilidad social al objeto empresarial», insiste el presidente de Aspe.