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«Vamos a apoyar que las ideas que salen de las aulas sean negocios rentables»
El consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta planea «intensificar» los incentivos públicos a los proyectos innovadores que salen de las mentes de los alumnos para que se materialicen en empresas
Domina el terreno. José Carlos Gómez Villamandos (Córdoba, 1962) ha sido rector de la Universidad de Córdoba durante ocho años (20142022) y ha presidido la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). Es un profesional en la tarea que el presidente andaluz, Juanma Moreno (PP), le ha encomendado. En un año y medio, ha pactado un nuevo modelo de reparto de la financiación de las universidades hasta 2027 que ha calmado las aguas revueltas en los despachos rectorales. Sus siguientes pasos van encaminados a brindar estabilidad a los investigadores, atraer talento, consolidar a Andalucía como nodo innovador en el campo aeroespacial en Sevilla o en la industria de la defensa en Córdoba, y hacer que las universidades sean ecosistemas para que florezcan y se desarrollen los emprendedores. Para hacer posible esto último, promete no escatimar incentivos públicos.
—Su consejería prepara una normativa para potenciar los clústeres —agrupaciones geográficas, empresas, instituciones y universidades con un interés común por un sector estratégico—. ¿Puede avanzar en qué va a consistir dicha reforma y cuándo se pondrá en marcha?
—Los clústeres empresariales constituyen un vector de competitividad y crecimiento empresarial, capaces de atraer el talento, impulsar la innovación y captar inversiones en sus sectores. En la comunidad tienen una consolidada implantación los clústeres aeroespacial, naval y ferroviario, y también del sector TIC, transversal a todos ellos, con una relevancia cada vez mayor de los nodos del hidrógeno verde y de la defensa, que tendrá su punto de anclaje en la futura Base Logística del Ejército de Tierra en Córdoba. Desde el Gobierno andaluz queremos convertir a estas entidades en ejes vertebradores de la innovación en Andalucía y otorgarles la relevancia estratégica que realmente tienen, a través de una normativa específica que estamos ultimando y que verá la luz antes de final de año. Con este nuevo texto dispondrán, por primera vez, de un marco de actuación de carácter autonómico que facilitará su actualización, su financiación a través de líneas de ayudas públicas, su formación y sus estrategias de internacionalización. Además, buscará la conexión entre ellos y con el ámbito universitario, impulsores de la I+D y de la transferencia de conocimiento. Ya hemos dado un paso previo clave que implica el reconocimiento de estas entidades por primera vez como agentes del sistema andaluz del conocimiento. —Andalucía y, más concretamente Sevilla, es ahora la segunda potencia aeroespacial en España después de Madrid. Concentra el 20% de la industria nacional del sector. ¿Pueden aprovecharse los fondos europeos del Mecanismo de Resiliencia para lograr el ‘sorpasso’?
—Andalucía se ha consolidado como una potencia aeroespacial no sólo a nivel nacional, también en el ámbito europeo y desde el Gobierno regional vamos a seguir apostando por un segmento estratégico, tractor para el resto de actividades y con mayor capacidad para promover el viraje hacia un nuevo modelo productivo basado en la innovación y el conocimiento. Los fondos europeos constituyen un gran aliado en esta apuesta. De hecho, estamos ultimando el Plan de Acción para el Fomento de la Innovación en el Sector Aeroespacial para el periodo 2023-2027, que pondrá a disposición del tejido empresarial y del sistema andaluz del conocimiento 140 millones. Precisamente, acabamos de activar un programa de Compra Pública de Innovación vinculado con el sector espacio, dotado con al menos 10 millones. En el campo de la I+D, la Consejería de Universidad, en colaboración con el Ministerio de Ciencia y con el apoyo de los fondos europeos de recuperación, tiene abierta una línea de ayudas por casi 8 millones para financiar proyectos de investigación en materia de astrofísica y física de altas energías. —La inversión en I+D de la economía andaluza supone el 0,93% de su PIB, por debajo de la media española (1,25%), y europea (2%). ¿Cómo va
«LOS CLÚSTERES EMPRESARIALES DEBEN SER EJES VERTEBRADORES DE LA INNOVACIÓN»
«ES CIERTO QUE ANDALUCÍA NECESITA UNA MAYOR APUESTA EN I+D POR PARTE DEL SECTOR PRIVADO»
a recuperar el terreno perdido?
—Le doy un dato: hasta el año 2027, los centros públicos de I+D, universidades y empresas de la región podrán contar con más de 800 millones de euros de fondos públicos para desarrollar sus proyectos de investigación, innovación y transferencia de conocimiento en campos estratégicos para el progreso de la sociedad andaluza y para la dinamización de la economía regional. Esa inyección será un revulsivo para que la I+D andaluza continúe escalando en el conjunto nacional, donde ya contamos con una posición destacada. Según los últimos datos disponibles del INE relativos a 2021 en materia de inversión en I+D, Andalucía
se sitúa en tercera posición, sólo por detrás de la Comunidad de Madrid y Cataluña, con 1.703 millones. Y otro dato más: Andalucía ha incrementado la inversión en I+D desde que gobierna Juanma Moreno un 18,21%. Y ese esfuerzo inversor procede fundamentalmente del sector público, que se incrementa más de un 7%, lo que supone la mayor subida en once años, si bien es cierto que Andalucía necesita una mayor apuesta por parte del sector privado.
—¿Qué infraestructuras está realizando en materia de investigación e innovación?
—Estamos impulsando numerosas infraestructuras y equipamientos que resultan decisivos para, por un lado, desarrollar investigación de vanguardia y de máxima calidad y, por otro, para fomentar la innovación y la transición tecnológicas en actividades productivas esenciales para la comunidad. Entre ellas, son imprescindibles el acelerador de partículas IFMIF-DONES en Granada, que hasta 2027 contará con una aportación de la Junta de 107 millones a través del programa Feder, a lo que se sumarán fondos propios; o el Centro de Investigación y Ensayos de Sistemas Aéreos No Tripulados (CEUS), en Huelva, que en 2023 cuenta con un presupuesto de algo más de tres millones. A estas dotaciones se suman también el Edificio de Laboratorios de Investigación y Transferencia (D4) en el campus de Las Lagunillas de la Universidad de Jaén, que ha contado con una inversión de la Junta de 4,8 millones; el Centro de Innovación Llano Amarillo, en la provincia de Cádiz, recientemente inaugurado por el presidente Juanma Moreno tras una financiación de 4,5 millones. Completan esa lista el observatorio astronómico Calar Alto, en Almería, y el futuro Centro de Innovación UAV (vehículos aéreos no tripulados) y Movilidad Aérea Urbana en Sevilla.
—¿Hace falta más coordinación entre la universidad y la empresa a la hora de innovar?
—Está claro que Universidad y empresa deben tener una alianza indisoluble para los proyectos de innovación. Desde la Consejería de Universidad no escatimamos en reforzar el emprendimiento de base tecnológica en los campus universitarios para afianzar la alianza entre el conocimiento y de una innovación que sea capaz de transformar la
«LOS PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN CONTARÁN CON 800 MILLONES HASTA 2027 PARA DESARROLLARSE»
«LOS FONDOS DE LA UE VAN A SER UN ALIADO PARA EL SECTOR AEROESPACIAL»
economía, crear empleo e incrementar la competitividad del tejido empresarial. Nuestra prioridad pasa por continuar fomentando la actividad emprendedora, especialmente la de tipo innovador y tecnológico. Considero crucial y necesario que las ideas y las investigaciones salgan de las aulas y de los laboratorios, se vuelvan negocios rentables y reviertan en la sociedad y, para ello se van a intensificar las medidas de apoyo existentes para fomentar el espíritu emprendedor y la actividad empresarial en la comunidad universitaria.
—Cientos de científicos, muchos de ellos formados en universidades andaluzas, hicieron las maletas y se marcharon a otros países para huir de salarios bajos, la inestabilidad laboral o una burocracia excesiva. ¿Cómo se está intentando recuperar ese talento investigador?
—Sí, para evitar la fuga de cerebros a otros países, en esta legislatura la Consejería de Universidad creará el Instituto Andaluz de Investigación Avanzada (I2A2), con el fin de captar y retener a investigadores de primer nivel, tanto andaluces como del resto de España y del contexto internacional, en todos los campos del saber para que lleven a cabo su trabajo en instituciones de I+D+I de la comunidad. Este nuevo organismo supone avanzar en la apuesta de Andalucía por consolidar la retención y captación del talento y la excelencia, una línea de trabajo que ya se viene desarrollando con programas como Emergia, dirigido también a atraer trayectorias brillantes, de cualquier nacionalidad, con capacidad de liderazgo para que contribuyan a la ciencia andaluza. Con este instituto se dará un carácter permanente a ese compromiso.
—Usted preside el Parque Científico y Tecnológico (PCT)
Cartuja, que va a ser un laboratorio para la ciudad del futuro: autosuficiente en energía, sin tráfico y con aire acondicionado para exteriores, de la mano del proyecto Cartuja Qanat en Sevilla. ¿Puede ser un ejemplo de sostenibilidad?
—Los principales retos que afrontamos en el PCT Cartuja son la descarbonización y la sostenibilidad, además del impulso a proyectos que contribuyan a paliar uno de los principales problemas globales: el cambio climático. Por este motivo, trabajamos en dos proyectos: eCitySevilla y Cartuja Qanat. Permite a las empresas y entidades pueden testear sus productos o servicios, todos bajo el reto de la contribución a una Andalucía «verde» e innovadora. El objetivo final es exportar estos avances a los núcleos urbanos. —Una última pregunta. Empieza ahora la aplicación de la estrategia S4. ¿Qué espera de esta hoja de ruta?
—La Estrategia de Especialización Inteligente para la Sostenibilidad de Andalucía 2021-2027 S4 Andalucía es un instrumento muy útil para mejorar los modelos productivos de la región identificando sus puntos fuertes para poder compartir sus ventajas competitivas con otras regiones europeas y, de este modo, afrontar con éxito los grandes retos sociales y ambientales, inabordables de forma individual por cada territorio. Además, la Estrategia, que cuenta con un sistema de gobernanza participativo, sirve de referencia a los agentes públicos y privados implicados en la transformación económica de la comunidad y articulará el marco estratégico para una región más inteligente a través de la innovación, el emprendimiento, la transición industrial y la digitalización.