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«La tecnología debe ser una materia transversal en la formación universitaria»
El vicerrector de Investigación de la Universidad CEU Fernando III considera que la Inteligencia Artificial o el Big Data es esencial en áreas como el Derecho o la Administración de Empresas
El Campus CEU Andalucía, en el término municipal de Bormujos, vive días de especial intensidad. El próximo curso se estrena la nueva universidad Fernando III, que comenzará impartiendo grados en áreas como Administración y Dirección de Empresas, Derecho, Educación Primaria, Educación Infantil, Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Relaciones Internacionales, Marketing y Gestión Comercial e Inteligencia de los Negocios. Junto a ello, el centro crecerá en ramas netamente tecnológicas como las ingenierías en Sistemas de Información y en Sistemas de Telecomunicación. «En el futuro también creceremos en ramas como la ciberseguridad, y se constituirá una Politécnica», apunta José Eduardo Vílchez López, vicerrector de Investigación e Internacionalización de la Universidad CEU Fernando III. Para este doctor en Química y profesor titular en el área de Ciencias Experimentales, una de las claves de la institución es «desarrollar un trabajo colaborativo con la Administración y con todos los sectores públicos y privados, para aportar valor en el desarrollo económico y social de Andalucía». —El observatorio de la ingeniería advierte de que hacen falta 200.000 ingenieros en los próximos diez años para cubrir las necesidades de las empresas y garantizar la doble transición digital y energética. ¿Es una de las misiones clave de la nueva universidad?
—La Fernando III será la cuarta universidad de CEU, y se concibe como un órgano de generación de conocimiento que no solo forma a personas, sino que forja profesionales que tienen un impacto en la sociedad para generar riqueza y estimular una cultura innovadora. Las empresas necesitan perfiles muy cualificados en nuevas tecnologías, y ahí el papel de los ingenieros es absolutamente esencial; pero también concebimos la inteligencia artificial o el big data como un factor que está cambiando de manera acelerada la forma de entender muchas profesiones, de ahí que en otras titulaciones que afectan a la gestión de la empresa, al derecho, a la educación o a las humanidades, también abordamos la aplicación de las nuevas tecnologías de la información. Se trata de herramientas que recopilan datos, los pulen, ayudan a predecir situaciones futuras y a adoptar las mejores decisiones... Lo enfocamos desde el punto de vista de los ingenieros, pero también de otros ámbitos y desde una perspectiva humanista, ya que la tecnología está al servicio de las personas.
—¿Cómo concebirá la universidad Fernando III la política de investigación?
—La Fernando III apuesta por un modelo de universidad inteligente y dual que debe conectar el triángulo entre ciencia, tecnología y empresa con la innovación aplicada a los
sectores estratégicos para Andalucía. En nuestro futuro desarrollo queremos acompañar a las actividades que tienen un peso específico muy relevante en este territorio, como es el caso de la agroalimentación o la industria aeronáutica. Y junto a ello, el modelo de CEU se basa en construir ecosistemas innovadores que mejoren de manera permanente la experiencia formativa de los estudiantes, propiciando que desde un primer momento sepan cuáles son las implicaciones prácticas de todo lo que aprenden. —En el mundo académico se valora más la publicación en revistas científicas que la transferencia entre la universidad y la empresa. ¿Qué estrategia tienen las universidades de CEU en este campo?
—Nuestra idea es que exista siempre un equilibrio. Hay que aprovechar todo el potencial del profesorado en áreas como la investigación básica y fomentar también las investigaciones que están orientadas a la resolución de problemas prácticos. En ambos casos, lo esencial es siempre generar un impacto positivo en el entorno, lo que exige estar muy cerca de las necesidades de las empresas. Esto, a su vez, está alineado con nuestra propia esencia: como universidad estamos controlados por una fundación que reinvierte todos los recursos que genera para crear conocimiento y formar profesionales en los valores del humanismo cristiano que mejoren Andalucía. Una de nuestras fortalezas es la colaboración con el resto de centros. El CEU cuenta con la Universidad San Pablo en Madrid, Cardenal Herrera en Comunidad Valenciana y Abat Oliba en Barcelona, además de los centros universitarios de Vigo y Sevilla, donde atesoramos en conjunto una gran experiencia tanto en innovación como en el acompañamiento al alumnado y su orientación a la empleabilidad.
—En un contexto en el que faltan vocaciones ‘stem’ (científicas y tecnológicas), ¿las titulaciones de la nueva universidad pueden servir de estímulo?
—Desde las primeras etapas formativas trabajamos en el fomento de las vocaciones ‘stem’ y hemos diseñado proyectos de I+D en este sentido. Otro pilar de la universidad será atraer talento de fuera de Andalucía, de otros países europeos y latinoamérica. En el caso de la universidad de CEU en Valencia, el 30% de los estudiantes son extranjeros, y en Andalucía tenemos potencial para lograr esa meta a medio plazo. Esto vendrá de la mano de nuestro propio crecimiento: iniciamos la actividad en el Campus Universitario CEU Andalucía en Bormujos, pero la meta es contar con diversas sedes en la comunidad.
«HAY QUE ESTAR ALINEADOS CON LOS SECTORES ECONÓMICOS ESTRATÉGICOS»
«FOMENTAMOS LAS VOCACIONES ‘STEM’ DESDE LAS PRIMERAS FASES DEL PROCESO EDUCATIVOS»