El nombre de Córdoba está unido indisolublemente al de los patios

LOS Patios son, sin duda, una de nuestras principales señas de identidad, una muestra popular del sentir y de la forma de vivir de la ciudad.

Hablar de Córdoba en mayo es hablar de olores, colores y sensaciones, todo reunido en torno a paredes encaladas que encierran un sentimiento muy nuestro, cuidado con mimo de generación en generación.

La fiesta de los patios de Córdoba fue reconocida por la Unesco en el año 2012 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Quienes nos han visitado, quienes se han perdido entre callejuelas y comprobado la belleza de esas flores en todo su esplendor, entenderán por qué ha merecido tal distinción, y comprenderán también que gracias a los cuidadores, hombres y mujeres implicados en su mantenimiento, esta fiesta se ha podido mantener en el tiempo e ir evolucionando, adaptándose a los tiempos sin renunciar a las señas de identidad que siempre la han definido.

Los patios son espacios vivos que atrapan las esencias de los que los habitan y que envuelven a quienes los visitan. Año a año, se superan los datos de afluencia. Como muestra, los datos del año 2023, cuando se superaron los 900.000 visitantes durante las dos semanas que dura la fiesta. Aún lejos del récord de casi 985.000 visitas del año 2019, previo a la pandemia, pero es un síntoma de la buena salud de un evento tan nuestro, que habla tanto de nuestra forma de ser y de asomarnos al mundo.

Hay que seguir en esa línea de crecimiento, de mirar al futuro con ambición y situando la fiesta de los patios en lo más alto. Pero hay que hacerlo sin perder su autenticidad y las señas que los hacen únicos.

Es una fiesta, como digo, muy nuestra, pero al tiempo es nuestra fiesta más internacional. Los patios abren sus puertas al mundo y se convierten así en un reclamo muy importante desde el punto de vista turístico, principalmente en el mes de mayo, pero también en otras épocas del año, como la Navidad.

En torno a esta celebración se mueve la economía local. Restaurantes, bares, tabernas, hoteles y negocios de todo tipo se benefician en estos días de esa importante afluencia de público en las calles. No hay que olvidar que estamos ante la temporada alta del turismo en la ciudad, aunque es cierto que el otoño viene pisando fuerte en cuanto a atracción de visitantes se refiere.

«Los patios son espacios vivos que atrapan la esencia de los que los habitan y que envuelven a quienes los visitan»

Son días para disfrutar, para estar juntos, para rememorar lo que nos hace únicos, pero hay que hacerlo desde el respeto a las tradiciones y a la convivencia, porque solo así mantendremos nuestras fiestas de mayo como una de nuestras principales señas de identidad. Cuidémoslas entre todos.