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Un entorno privado abierto al mundo
La Fiesta de los Patios en Córdoba es la expresión de un estilo de vida único y que se muestra como una explosión de creatividad, belleza y hospitalidad
Con la llegada de la primavera y el aumento paulatino de las temperaturas, las flores van despertándose lentamente, el azahar tímidamente va abriéndose y con él su intenso perfume… La ciudad de Córdoba se acicala para mostrarse esplendorosa y bella con la luz de esta época y el aroma que la variedad floral aporta al entorno.
Gracias a la festividad de las cruces de mayo, ya ha sido posible hacerse una idea de cómo luce la ciudad: claveles, gitanillas, geranios, pensamientos decoran las plazas en las que las personas se reúnen para disfrutar, cantar y bailar. Sin embargo, si bien las cruces son eminentemente una fiesta callejera; la fiesta de los patios goza de un grado de intimidad que le otorga parte de esa idiosincrasia que la ha hecho merecedora de su calificación de patrimonio inmaterial de la Humanidad. Y esto es así porque el motivo de la fiesta no es otro que escudriñar modelos de vida que se estilaban en otras épocas dentro de la ciudad.
Una buena manera de adentrarse en el universo de los patios es acudir al Centro de Interpretación de los Patios, situado en la calle Trueque 4, y que acoge un espacio en el que se refleja la forma de vida de estos vecinos, cómo se afanan sus cuidadores en mantener todos los elementos que lo componen y que conforman la identidad de esta fiesta.
El acceso a este centro comienza por el zaguán desde el que pasamos a una sala en la que a través de diversos materiales audiovisuales recrean la época que origina esta tradición. Otra sala está centrada en la de la historia de los patios así como la forma en la que se organizaba la vida en el interior de las viviendas y que da paso a otra sala en la que diferentes fotografías, pinturas, poesías y artículos sobre los patios nos acercan un poco más el sentir del patio. La sala de los sentidos se basa en la recreación de los patios a través de los sonidos, olores, formas, luces y colores acompañados por elementos decorativos como escaleras y fuentes. De esta manera se pretende provocar en el visitante la ilusión de estar en uno de estos patios gracias al sonido de los pájaros o el agua o el aroma de diversas flores y frutos como la naranja o el limón. Otra de las salas está dedicada a la jardinería, oficio íntimamente ligado a los patios. Herramientas y aperos para el cuidado de las plantas y las labores de siembra se combinan con el conocimiento del tipo de vegetación propia de los patios y los cuidados que requiere. Como no podría ser de
Existe un compromiso común para salvaguardar los conocimientos, y tradiciones de la fiesta
otra manera, el patio de este centro es sin duda, el corazón de este museo. En él es posible ver el aseo, lavadero y cocina de esta antigua casa de vecinos y que eran las dependencias de uso comunitario.
Según se recoge en el informe realizado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados sobre los patios: “en el patio, las familias y sus miembros comparten e intercambian buena parte de las vivencias familiares: alegrías, penas, dificultades, soluciones ante los conflictos” y continúa añadiendo que “como es habitual que los encuentros sean intergeneracionales, las tertulias y actividades que se desarrollan en los patios se convierten en escuelas informales de transmisión de conocimiento y del uso de la palabra. Muchos de los ciudadanos adultos de nuestros días se socializaron en los antiguos patios de vecinos, en el arte de compartir con los próximos y adquirieron destrezas comunicativas al margen de las habilidades académicas. Proverbios, leyendas, mitos, cuentos, fantasías, juegos de palabras, y todo un sin fin de fórmulas expresivas se desarrollaron en ellos, contribuyendo a generar una sabiduría popular propia y a desarrollar una subcultura lingüística que tiene vida propia y alberga en su esquema formas propias de entender la vida”. La importancia de la expresión oral como transmisor cultural también se veía reflejado en el lenguaje cantado y bailado ya que estas reuniones informales se prestaban al cante, a la narración leída y al habla que se daba en los corros de trabajo de las mujeres de la casa. En este sentido, mediante los encuentros en los patios se transmitió las artes del cante y los repertorios de las canciones que hoy en día se están olvidando.
Valores y reconocimiento
En los patios, las actividades de cuidado de las plantas son una ocasión para la constitución de reuniones de aprendizaje e intercambio de conocimientos en los que mediante la palabra y el cuidado práctico de las plantas se transmite de unas personas a otras todo un amplio saber práctico sobre las plantas y su cuidado, con el que a la vez se transmiten valores de respeto y reconocimiento de la vida natural
importada. La importancia de la variedad floral y su impacto en esta fiesta ha motivado que, desde el Ayuntamiento de Córdoba, se hayan adoptado diversas medidas para favorecer su mantenimiento como la donación de esquejes y plantas tradicionales cultivadas en los patios, creación de una red para la promoción de especies florales tradicionales cordobesas o facilitar soporte técnico a los participantes del concurso.
En la actualidad, las casas patio han visto cómo, debido a los diferentes cambios sociales, se ha ido reduciendo la intensidad de las relaciones sociales entre vecinos. Según afirma el mencionado estudio: “La actividad comunicativa se ha trasladado de los patios de vecinos a la calle y a los comercios de la zona, quedándose los patios de estas casas para una comunicación más personal entre personas que tienen relaciones estrechas. El contenido comunicativo se centra sobre todo en el intercambio de conocimientos sobre el cuidado del patio y las plantas”.
Otro rasgo distintivo de esta fiesta es la espontaneidad de los vecinos habitantes de las casas, que mantiene la esencia de los patios y con ella, el sentido de la fiesta. De esta manera, el visitante tiene acceso al conocimiento de la intimidad de unos vecinos que abren sus puertas para mostrarlas al mundo. El pozo, las macetas, la pila del lavadero, las escaleras que conducen a las habitaciones superiores son vestidos y mostrados “de domingo” para agasajar a los invitados provenientes de todas las partes del mundo. Y es en este punto en el que las personas que siguen estando fuertemente vinculadas a la tradición, se explayan transmitiendo todos sus recuerdos y todas las historias relacionadas con sus casas mediante relatos orales que son de gran interés para los visitantes y para los propios cordobeses.
Con objeto de mantener esta tradición se han tomado diferentes medidas como el programa educativo “Conoce los patios cordobeses”, las visitas para iniciar a los niños de Educación Infantil en esta fiesta y los valores asociados a la misma (vida de barrio, solidaridad, respeto, sostenibilidad, creatividad) o labores de Identificación, documentación e investigación así como la inclusión de la fiesta, sus espacios, conocimientos, rituales y artefactos/herramientas asociados en el Atlas del Patrimonio Cultural Inmaterial de Andalucía (Junta de Andalucía). Paralelamente se han establecido diferentes convenios con asociaciones como Claveles y
Gitanillas o Amigos de los Patios para promover la celebración periódica de Seminarios, Jornadas, Concursos y Exposiciones para demostrar que las casas patio son lugar de encuentro y foco de sociabilidad entre las personas que viven en los patios y sus visitantes y como espacios culturales que acogen la fiesta y explican la relación entre patrimonio inmaterial y tangible.
Es el caso del amplio programa elaborado por la Asociación Amigos de los Patios con motivo de su 50 aniversario en el que además de actuaciones musicales o actividades teatrales, celebrarán varias mesas redondas en las que abordarán el papel que juegan los patios en la economía y la sociedad cordobesa.
En mayo de 1921, el Ayuntamiento de Córdoba organizó el primer
Las asociaciones vinculadas a los patios ayudan a que estas casas también sean espacios culturales
certamen de Los Patios con el que los propietarios de casas que compartían el mismo patio exterior lo decoraran y vistieran con motivos primaverales en busca de un generoso premio.
El mayo cordobés es sinónimo de flor y Los Patios de Córdoba son los encargados de transmitir la importancia que la primavera tiene en la cultura de esta ciudad. Cada patio aguarda entre sus paredes sus crónicas más vivaces con años de historia, muchos de ejemplos de vida a sus espaldas y miles de visitas de todas las procedencias posibles. La hospitalidad de sus cuidadores, que abren de par en par las puertas de sus viviendas desinteresadamente, se ha convertido en una de las fiestas más aclamadas internacionalmente. Son ellos quienes mantienen la llama de esta festividad cuidando cada detalle de sus singulares recintos inconfundibles e imposibles de ver en otro rincón del mundo. Cada cuidador impregna su personalidad y esencia en su entorno: flores, macetas, artesanía, mantones, ventanales y todo tipo de elementos tradicionales hacen de los patios escenarios mágicos imposibles de describir con palabras.
En los Patios de Córdoba se respira paz. Son un oasis natural que solo se atreven a romper el canto de los pájaros y el sutil fluir del agua de las fuentes chocando con los estanques. Buganvillas, claveles, geranios y todo tipo de flores y plantas muestran su máximo esplendor en el mes de mayo. Visten los patios de sus mejores galas para mostrarse. Muchos cuidadores los adornan con hasta mil macetas diferentes que recorren de arriba abajo inmensos e impolutos muros blancos de los que cuelgan cascadas de flores hasta el tradicional pavimento de chinos del suelo mientras que los colores vivaces y las dulces fragancias embriagan los cinco sentidos de quienes los visitan en una experiencia sensorial inigualable.
Esta edición del Concurso Municipal de Patios de 2024 tiene una duración de 11 días. Será el jueves día 2 de mayo cuando se inaugure tras la conclusión de las Cruces de Mayo que dan la bienvenida a la primavera cordobesa. Hasta el domingo día 12, cordobeses y turistas podrán visitar a diario cada recinto en horario partido: por las mañanas de 11.00 a 14.00 y por las tardes de 18.00 a 22.00 horas.
Son un total de 52 los recintos admitidos en el concurso. De ellos, 23 son patios de la modalidad arquitectura antigua, 20 de arquitectura moderna y 9 singulares; además de once patios que participan fuera de concurso, pero cuyos cuidadores también se mimetizan con esta longeva tradición tan admirada. El Casco Histórico de Córdoba reparte sus patios en seis deslumbrantes rutas. Desde la más famosa y aclamada, la del barrio de San Basilio en el Alcázar Viejo, hasta la mágica y escondida ReginaRealejo, pasando por la tradicional ruta de Santa Marina-San Agustín, la céntrica San Lorenzo, la deslumbrante Santiago-San Pedro y la clásica Judería-San Francisco.
Los cordobeses también convierten la cita floral en una fiesta, pues paralelamente a la celebración de Los Patios, por la ciudad tienen lugar distintos festivales con numerosas actuaciones folclóricas donde actúan los mejores cantaores y bailaores de la tierra para ponerle música al mejor ambiente primaveral que se vive en Córdoba.
La celebración del concurso supone la culminación de todo un año de trabajo y cuidado de estos espacios