UNA AUTÉNTICA FIESTA EN LA RIOJA
La Rioja fue importante tierra de tránsito para los romanos, nunca se reunieron allí tantos emperadores, gladiadores, soldados, guerreras, filósofos y mujeres con túnicas y adornos de oro en el pelo y los brazos como durante los tres días que duró –del 29 de septiembre al 1 de octubre– la gran fiesta que organiza cada año, en San Vicente de la Sonsierra, la bodega Vintae.
Y es que en este 2023 la temática del ‘Vintae Wine Fest’ era el Imperio romano. Cada edición se escoge una. En 2022 fue el circo; el año anterior, el Lejano Oeste y, previamente, los años 20 de la Ley Seca americana y El Gran Gatsby. En torno al asunto y momento histórico elegido la organización decora los espacios y prepara el programa, mientras que los asistentes eligen personaje, diseñan sus atuendos y se preparan para acudir a su llamada en vendimia.
Definir a este festival como una fiesta de disfraces se queda corto. El pueblo entero parece trasladarse a la época recreada gracias a los locales y visitantes que recorren sus calles y llenan plazas y bares vestidos acorde a ella. Pero por encima del desfile y el juego, lo que sobresale es la camaradería que surge como seña de identidad del festival, animada por los conciertos y espectáculos públicos y los brindis compartidos entre extraños que pasan a ser colegas y, en muchos casos, se reencuentran año tras año aquí.
Este evento no es nuevo: lleva 18 ediciones. Nació como la celebración del cumpleaños de Ricky Arambarri, fundador y CEO de la prolífica bodega, que junto con su famoso López de Haro, propio de allí, de La Rioja, elabora vinos de otras 17 denominaciones, entre ellas Bardos en Ribera del Duero y Duero, Matsu en Toro y La Fosca del Priorat. Aquella primera convocatoria fue creciendo hasta convertirse en una cita para los amantes del vino que quieren pasar un fin de semana de fiesta con amigos, pareja o familia en el marco único de San Vicente de la Somosierra y alrededores.
La cita comienza un viernes con una ruta de tapeo por los locales del pueblo que los de Vintae, de espíritu desenfadado, llaman la ‘bienbebida’ de los asistentes. En este año romano, ya hubo un primer concierto ese día –la música es uno de los hilos conductores– con los Wine Brothers en la Plaza Mayor y posAunque
teriormente sesión de Alberto Garal DJ.
El día grande del festival es el sábado, cuando todo gira ya sí en torno a la temática de la edición y mandan los disfraces. El último día del pasado septiembre miles de ‘romanos’ se congregaron en un gran circo situado en un recinto a las afueras del pueblo para vivir un día de sorpresas que incluyó desde juegos de la época, animaciones con personajes caracterizados, concursos y comida, hasta una tarde de baile y DJ (Luca Feller). Luego, desfile de todos los asistentes hacia el centro de San Vicente dirigidos por una gran batucada.
Parecía el cierre, pero era solo el intervalo. En el corazón de piedra del pueblo siguió la fiesta con fuegos artificiales y un impactante espectáculo de baile a cargo de un elenco de artistas. Tras ello, más música con DJ Olmo.
El domingo aún hubo más. La cita ese día ya es tradición en el ‘Vintae Wine Fest’: visita a las instalaciones de la bodega López de Haro, con increíbles vistas al emblemático castillo y al viñedo derramado en el valle. Allí se vive «un típico domingo riojano con chuletillas y vino», que este año ha sido un verdadero evento gatronómico, pues participaron, entre otros, los restaurantes Nublo (una estrella Michelín, Haro), Venta Moncalvillo (una estrella y estrella verde, Daroca de Rioja), Fandango Formentera (Es Pujols) y Wine Fandango (Logroño). Luego, más música, más baile, más fiesta. El cierre, un encuentro ya solo para unos pocos invitados: una cata de vinos con grandes sumilleres de España que se acercan a ver el atardecer desde allí con la única condición de llevar cada uno una botella especial, distinta, sorprendente. De esas que solo se comparten con los amigos.