ABC (Galicia)

Héroes de nuestra libertad

Las víctimas del terrorismo reconocen a la Corona por su constante apoyo

- ÁLVARO MARTÍNEZ

Ayer se cumplían 39 años de la muerte de Francisco Mota Calvo, al que dos días antes ETA había dejado muy malherido en el atentado con bomba en el que murió en el acto Miguel García Poyo. Los dos guardias habían acudido a inspeccion­ar el lugar donde unas horas antes otros pistoleros de ETA habían asesinado al agente Francisco Gómez Gómez. Tres viudas, siete huérfanos.

Y también ayer se cumplían 26 años de aquel 15 de enero en que dos hampones que decían querer «liberar a Euskal Herria» le descerraja­ban un tiro en la cabeza al catedrátic­o y exsenador Manuel Broseta en los jardines de la facultad de Derecho de la Universida­d de Valencia. Otra viuda y otros tres huérfanos.

Porque enero fue un mes especialme­nte prolífico para los asesinos etarras. Año nuevo, vida antigua. Solo hay cinco fechas de este mes en las que los periódicos no tuvieran que contar otro muerto, otra familia destrozada en ese impresiona­nte océano de vidas rotas con el que los miserables etarras anegaron España de pena y dolor durante medio siglo. Taxistas, políticos, policías, militares, taberneros, abogados, periodista­s, amas de casa... En Sevilla, en Valencia, en Bilbao, en Rentería, en Barcelona, en Pamplona, en Madrid... De un disparo en la nuca, acribillad­o en el coche, con un artefacto explosivo... Ese es el único legado, la siniestra herencia de pena y rabia, que ha dejado en España casi medio siglo de terror en estado puro. La herida es enorme, sí. Y duele aún como el primer día. Por eso es tan importante que el recuerdo a las víctimas ocupe un lugar principalí­simo en el día a día de cada español de bien, porque –como ayer afirmó Don Felipe al recoger el premio que le entregó la AVT– «son, sois, el ejemplo y la memoria viva del mayor sacrificio que nuestra sociedad ha hecho por defender la democracia, la convivenci­a y nuestro Estado de Derecho».

Buena parte de lo que hoy somos y tenemos, sobre todo la dignidad como nación, a las víctimas se lo debemos. Por tantos años de plomo, por tantos eneros malditos en los que aprendimos a llorar a quienes entregaron lo más valioso que tenían, su vida, en el altar de la libertad de todos.

«Quiero reiterar como persona, como español y como Rey mi apoyo permanente a las víctimas del terrorismo, a su memoria y a su dignidad. Su dolor ha sido siempre el dolor de la Corona, el dolor de toda España». «Como Rey y, ante todo como persona, me tendréis siempre a vuestro lado». Con estas palabras, el Rey recogió ayer el premio en Defensa de los Derechos Humanos Adolfo Suárez, que le concedió la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT) en reconocimi­ento al constante apoyo de la Corona con las víctimas. Un compromiso que, según el jurado, empezó con Don Juan Carlos y Doña Sofía y lo ha continuado Don Felipe.

Acompañado por la Reina, el Rey recogió el premio de manos de la presidenta de la FVT, Marimar Blanco, en presencia del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en un acto celebrado en el CARS de Madrid. Don Felipe reconoció que había pensado mucho si aceptaba el premio, puesto que son las víctimas «las que de verdad sois acreedoras» de cualquier gesto de gratitud. «Sois el ejemplo y la memoria viva del mayor sacrificio que nuestra sociedad ha hecho por defender la libertad, la democracia, la convivenci­a y nuestro Estado de Derecho», dijo.

«En nombre los españoles»

Explicó que había decidido aceptar el reconocimi­ento «tan solo como acicate y reafirmaci­ón de un compromiso moral» porque «no es para mi persona, sino para todos los españoles que rechazan la violencia terrorista». «Recibo el premio en nombre de los españoles que sentimos una deuda permanente con vosotros».

Don Felipe también tuvo unas palabras de recuerdo a Adolfo Suárez, que da nombre al premio que recibió: «Tuve la suerte de conocerlo, de ser testigo de muchos momentos muy especiales; de conversar con él en ocasiones posteriore­s... Y tuve el privilegio de sentir cerca su patriotism­o, su pasión por la política y su carisma y simpatía personales». Y recordó las palabras con las que Suárez terminó su discurso cuando en 1996 recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. «Creo que España podrá superar cuantas dificultad­es se le planteen y realizar su decisiva aportación a la concordia de las naciones. Y para ello creo que los españoles puede que sólo tengamos que hacer una cosa: cultivar, día a día, allí donde nos encontremo­s, la buena semilla de la concordia.» El Rey agregó que la labor que realizan las víctimas es un ejemplo «de cómo cultivar esa buena semilla».

En el acto también se entregaron el Premio de Periodismo Fernando Delgado, a los servicios informativ­os de RTVE, y el premio escolar Ana María Vidal-Abarca, a los alumnos del Colegio Joyfe de Madrid.

Don Felipe «Sois la memoria viva del mayor sacrificio que nuestra sociedad ha hecho por defender la libertad y la democracia» Marimar Blanco (FVT) «Debemos mucho a la Corona porque nuestro camino habría sido mucho más duro sin su apoyo» José A. Sánchez (RTVE) «Luchamos por evitar la mayor amenaza que pesa sobre las víctimas: el silencio»

 ?? IGNACIO GIL ?? Marimar Blanco entrega al Rey el Premio en Defensa de los Derechos Humanos de la AVT
IGNACIO GIL Marimar Blanco entrega al Rey el Premio en Defensa de los Derechos Humanos de la AVT
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain