Una de las raptadas por Boko Haram asegura que no quieren volver
Los yihadistas muestran un vídeo en el que las secuestradas aparecen con bebés
Los yihadistas de Boko Haram difundieron ayer un nuevo vídeo en el que afirman mostrar –cubiertas con velos– a 14 de las colegialas cristianas secuestradas en el pueblo nigeriano de Chibok, en abril de 2014. A pesar de la formidable campaña internacional para su liberación, las chicas que aparecen en la grabación aseguran que no quieren volver a ver a sus padres. Dirigiéndose a la cámara, una de las rehenes dice: «Somos las chicas Chibok. Lloráis para que regresemos. Pero por la gracia de Alá, no volveremos con vosotros.»
Tres de las jóvenes que aparecen en la grabación sujetan en brazos a bebés y todas llevan las cabezas cubiertas con hijabs negros o azules.
Las portavoz de las colegialas en el vídeo también envía un mensaje a las compañeras que pudieron escapar: «Pobres almas, lamentamos que decidieran regresar a Nigeria. Alá las bendijo y las trajo al “califato” para que adoren a su creador. Pero en cambio, ellas eligieron regresar a su casa por falta de fe».
El vídeo dura 21 minutos y no se sabe ni cuándo ni dónde se grabó, pero se teme que las muchachas que aparecen en él se encuentran bajo coacción. Aun así, estas imágenes demuestran el nivel de control que los captores tienen sobre ellas y sin duda van a agravar el sufrimiento de sus familiares. Según la exestudiante que habla en la grabación, el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, las habría casado a todas con sus yihadistas. «Vivimos en la comodidad. Él nos proporciona todo. No nos falta de nada», añade.
Shekau también aparece en el vídeo, disparando con un subfusil al aire y hablando ininterrumpidamente durante 13 minutos sobre cómo las chicas que se han quedado con ellos han «entendido la locura» de la educación secular.
El mayor secuestro llevado a cabo por Boko Haram fue el de Chibok, un pueblo de mayoría cristiana en el estado de Borno, al noreste de Nigeria. Fue en la semana antes de los exámenes, y las niñas estaban durmiendo cuando los yihadistas entraron en el edificio, secuestrando a 276 de ellas. Unas 60 consiguieron escapar esa misma noche y, en mayo pasado, Boko Haram intercambió a 82 de las muchachas después de una larga mediación con el Gobierno. Otras 24 fueron liberadas por el ejército o han conseguido escapar por su cuenta.