ABC (Galicia)

Alta participac­ión en una jornada sin incidentes

∑La elevada presencia de votantes apunta a la victoria del candidato conservado­r, Iván Duque, partidario de reformar el pacto con las FARC

- POLY MARTÍNEZ CORRESPONS­AL EN BOGOTÁ

En la mañana de ayer los colombiano­s se debatían entre cuál partido del Mundial perderse para ir a votar. A diferencia de otros años cuando el terror provenía de que los grupos armados atentaran contra las elecciones, ayer el temor era si los partidos de fútbol serían el gran obstáculo en la afluencia de electores, cosa que le daría de nuevo el triunfo a la abstención, que para segundas vueltas presidenci­ales en Colombia suele superar el 55%.

Pero el informe de mediodía indicaba todo lo contrario, como lo confirmó el Registrado­r Nacional, Juan Carlos Galindo. La afluencia de votantes era similar a la de la primera vuelta del pasado 27 de mayo, jornada que cerró con una participac­ión histórica. De los poco más de 36 millones de colombiano­s habilitado­s para votar en 96.657 mesas, antes de las once de la mañana unos cinco millones ya habían marcado a su favorito entre tres opciones: Iván Duque, del partido de derecha Centro Democrátic­o, Gustavo Petro, del movimiento de izquierda Colombia Humana, o el voto en blanco.

Como sucedió en la primera vuelta y es tradición en las elecciones presidenci­ales colombiana­s, el presidente Juan Manual Santos, figuras del gobierno nacional y de Bogotá, así como expresiden­tes y líderes políticos madrugaron para votar. El presidente Santos, además de reiterar que estas elecciones han contado con todas las garantías y transcurre­n en completa tranquilid­ad –triunfo que el país le reconoce–, animó a los electores anotando que «hay tiempo de votar y ver los partidos», mensaje que las campañas reiteraron de diversas formas, recordando que los poco más de 36 millones de electores habilitado­s podrían acercarse a los puestos de votación hasta antes de las cuatro de la tarde.

El domingo fue un día raro para los televident­es. En las pantallas se confundían, al tener escenarios similares, los comentaris­tas de fútbol con los electorale­s. A primera vista, en el en- tretiempo de los partidos, lucían iguales: escenarios de fondo azul y una mesa donde aparecían unos señores de traje y corbata, muy formales. A primera vista, las imágenes eran confusas y todo muy similar hasta que se oía en el aire un acento argentino que ponía todo en su sitio y con ello, el fin de la confusión.

El más madrugador

También en las redes sociales el fútbol parecía calmar los ánimos de los hinchas de uno u otro candidato, que en las últimas semanas estuvieron especialme­nte intensos y agresivos contra todos aquellos que se pronunciar­a en contra de su «equipo» favorito. A las dos de la tarde las redes sociales fluían sin sobresalto, con las fotos de los candidatos acompañado­s por sus familias a votar, repitiendo esas instantáne­as clásicas de día de elecciones.

El primero en hacerlo, hacia las 10 de la mañana, fue Iván Duque, quien llegó a su mesa de votación, al norte de Bogotá, acompañado por sus hijos. Luego, a las once, pero en un extremo opuesto de la ciudad, en el populoso sur, Gustavo Petro hacía lo propio, acompañado por su hija menor y su fórmula vicepresid­encial, Ángela María Robledo, además de reconocido­s seguidores. A esas horas, pero en un municipio a las afuera de la ciudad, Marta Lucía Ramírez también votaba e invitaba a todos a participar.

Temprano en Bogotá, que aporta el 15% de la votación y es una plaza clave para los candidatos, las filas estaban más integradas por mujeres, menos aficionada­s al fútbol. Por el contrario, en Medellín, segunda ciudad en peso electoral, los informes fueron de una gran cantidad de electores llegando a las urnas tan pronto como abrieron, aprovechan­do el buen clima y el margen de tiempo antes del encuentro Costa Rica-Serbia. En el resto de la mañana, como también lo reportaron otras ciudades relevantes, como Barranquil­la y Cali, el flujo de electores fue constante y sin aglomeraci­ones. El buen tiempo ayudó a la jornada.

El único punto neurálgico fue la Guajira, departamen­to al norte del país donde los seguidores del candidato Gustavo Petro y líderes de la campaña en la región tuvieron que ser escoltados por la fuerza pública tras una serie de amenazas de muerte recibidas la víspera. Hacia las dos de la tarde el proceso electoral avanzaba allí sin contratiem­pos.

Recuento rápido

Informes de total tranquilid­ad y buena participac­ión también empezaban a llegar de otras partes del mundo donde los colombiano­s salieron a votar en cantidades similares a las del pasado 27 de mayo. La positiva respuesta era similar en el continente americano, donde las urnas aún permanecía­n abiertas.

Los colombiano­s atravesaro­n la tarde entretenid­os con el partido entre Brasil y Suiza. Pero justo con el pitazo final, llegó de nuevo la realidad electoral de esa otra gran contienda que les robará la atención por el resto del día, y que tenía previsto concluir a las seis de la tarde, las once de la noche en España.

Al mediodía, preparándo­se para la celebració­n y la derrota, los dos candidatos dejaron saber los lugares de la ciudad donde recibirían las noticias del recuento y el resultado, que se esperaba para las doce de la noche hora española.

Amenazas en el norte En la región de Guajira, en el norte, los líderes de la campaña del izquierdis­ta y exguerrill­ero Petro tuvieron que ser escoltados por la Policía para votar

A ritmo del Mundial En elecciones pasadas, la guerrilla condiciona­ba las jornadas de votación; ayer fue la programaci­ón del Mundial la que marcó el horario de muchos electores

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