Un Mundial marcado por los penaltis, ocho en trece duelos
El Mundial 2014 jugado en Brasil sorprendió a los aficionados por el elevado número de encuentros que llegaron a la prórroga cuando la competición alcanzó ya el momento decisivo de los cruces. Cuatro años después, está llamando la atención la gran cantidad de penaltis señalados a pesar de que todavía no han terminado de disputarse los partidos de la primera jornada en todos los grupos. Con las dos señaladas ayer ya son ocho las penas máximas ejecutadas hasta el momento en Rusia 2018. Solo dos lanzadores, el argentino Leo Messi frente a Islandia y el peruano Cuevas ante Dinamarca, se quedaron sin poder celebrar el gol.
El empleo del videoarbitraje (VAR) comienza a notarse en Rusia, en el que el número de penaltis se ha disparado respecto a citas mundialistas anteriores. La revisión de imágenes, como ocurrió en el Francia-Australia, primer partido de la historia en el que un árbitro acudió al monitor, llevó ayer al juez del Suecia-Corea del Sur a señalar los once metros en el partido que abrió la jornada. En el último duelo del lunes, Túnez empató momentáneamente ante Inglaterra también de penalti, el octavo en los trece primeros partidos del Mundial.
Este número de penaltis sorprende porque, en Brasil 2014, la octava pena máxima no se pitó hasta que se consumieron 25 partidos, según la estadística de MisterChip. Si se echa la vista aún más atrás, los datos resultan mucho más llamativos porque, en Sudáfrica 2010, el octavo penalti llegaba en el encuentro 35 y cuatro años antes, en Alemania 2006, se decretaba en el duelo 40.
El primer penalti en Rusia 2018 fue decretado en la segunda jornada en contra de España cuando Nacho derribó a Cristiano Ronaldo.