Rajoy, retiro y refugio
A las nueve en punto de la mañana, y hasta las cinco de la tarde, abre el despacho que desde hoy ocupará Mariano Rajoy. Cuatro días después de renunciar a su escaño, el expresidente del Gobierno se presentó ayer en la sede del Registro de la Propiedad de Santa Pola (Alicante) para conocer a los empleados de la oficina y, tras tomar posesión de su puesto, relevar a quien de forma interina ha ocupado su plaza durante los últimos veintiocho años. Lejos de los consejos de administración, las fundaciones políticas y las giras internacionales en las que suelen emplear su tiempo los expresidentes del Gobierno, jarrones chinos quizá molestos, pero muy cotizados, Rajoy se apresura para volver a la normalidad funcionarial que abandonó hace casi tres décadas. La oficina del Registro de la Propiedad de Santa Pola está a muy pocos metros del club náutico de la localidad, un modesto despacho sin vistas al mar desde el que el exlíder del Partido Popular podrá seguir, con la distancia oportuna, la batalla abierta en el PP para sucederle.