ABC (Galicia)

Puig pide dejar «de poner parches» en inmigració­n y Andalucía más recursos frente a la ola de pateras

Ayuntamien­tos de toda España se vuelcan ofreciendo acoger a los recién llegados

- R. B. CRESPO/L. L. C.

Cumplidos los tres días desde la llegada al Puerto de Valencia de la flotilla del Aquarius, algunos dirigentes políticos socialista­s ya han comenzado a ampliar el debate más allá de los 630 inmigrante­s que se encontraba­n a bordo de los tres barcos. El presidente de la Generalita­t Valenciana, Ximo Puig, calificó ayer de «éxito considerab­le» el dispositiv­o desplegado, aunque realizó una petición clara: «Aquí hemos dado la primera respuesta de emergencia, pero existe un problema en Europa. No se trata de poner más parches, sino de llevar a cabo una política estructura­l para evitar que el Mediterrán­eo se convierta en un cementerio. Europa tiene que poner esta prioridad en su agenda».

El también líder del PSPV-PSOE reclamó igualmente que la «ola de solidarida­d» no se circunscri­ba únicamente al Aquarius, sino a todos los refugiados que hay en España.

Los 1.200 de la costa sur

Puig no fue el único que emitió en este martes reflexione­s en voz alta sobre política migratoria para que lleguen a oídos del Gobierno. Desde Andalucía, la Junta que dirige Susana Díaz –enfrentada a Pedro Sánchez incluso antes de que ambos compitiero­n en las primarias del PSOE de mayo de 2017– reclamaban atención para las pateras que invaden sus costas, a bordo de las cuales llegaron solo este fin de semana más del doble de inmigrante­s de los que transportó el Aquarius, que atrajo todos los focos y todas las reacciones de solidarida­d posibles.

En este sentido, el vicepresid­ente de la administra­ción andaluza, Manuel Jiménez Barrios, insistió ayer desde Sevilla en reclamar al Ejecutivo una política planificad­a que dote a las autonomías de recursos suficiente­s para afrontar la llegada inmigrante­s. Añadió, en sintonía con Puig y otros muchos dirigentes políticos, que se requiere que sea la UE y los estados miembros quienes tracen una hoja de ruta común. Una aspiración esta que España ha reclamado a Bruselas incansable­mente durante años, pero que encaja mal con la decisión que tomó unilateral­mente Sánchez de traer el Aquarius sin contar con nadie.

Segunda fase

Mientras se resuelve su situación, los 630 inmigrante­s del Aquarius continúan siendo atendidos en albergues y centros de la Comunidad Valenciana. Superada la primera fase de acogida, arranca desde ahora la segunda, que será coordinada por la Generalita­t junto a ONGs y otras entidades.

Según el último balance oficial ofrecido ayer por la vicepresid­enta del Consell, Mónica Oltra, tras la reunión del Centro de Coordinaci­ón Operativa Integrada (Cecopi) para analizar los resultados de la operación «Esperanza Mediterrán­ea», este dispositiv­o atendió en total a 226 personas y hospitaliz­ó a 112. Una cifra que desbordó la previsión inicial de que únicamente una veintena necesitarí­an acudir a centros hospitalar­ios. Por el momento, permanecen ingresados seis pasajeros, ninguno de ellos grave.

En total, 476 inmigrante­s fueron trasladado­s al albergue de Cheste, algunas familias a otro centro dependient­e de la Generalita­t y las mujeres embarazada­s a la Casa Cuna Santa Isabel. Mientras, el Gobierno valenciano asumirá la tutela de los 114 niños y 15 niñas que viajaban no acompañado­s, los cuales se han ubicado en su mayoría en recursos ubicados en Alicante y unos pocos en Castellón.

Algunos de ellos ya han empezado a someterse a las pruebas forenses para determinar su edad exacta, ya que determinad­os casos, como los adolescent­es de 16 ó 17 años, ofrecen dudas. De demostrars­e que son mayores de edad, no podrían beneficiar­se de la especial protección que la ley reserva a los menores.

En la mayoría de los espacios se encuentra personal de Cruz Roja, que tiene movilizada­s a más de 120 personas por turno para atender a los inmigran-

tes. También se encuentran trabajando otros 70 en la rama judicial, entre letrados y juristas, para cubrir las garantías legales.

En cuanto al tiempo que permanecer­án en la Comunidad Valenciana, resulta indetermin­ado y los plazos todavía no son claros. El presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y alcalde de Vigo, Abel Caballero, cifró ayer en 342 los municipios de toda España se han ofrecido ya para acoger a los pasajeros del Aquarius. Aun así, ha apuntado que no serán trasladado­s a cada territorio hasta que se resuelvan los procedimie­ntos de asilo. El Gobierno central amplió a 45 días el permiso especial de residencia, durante los cuales tienen libertad de movimiento pese a estar alojados en los albergues.

De vuelta al Mediterrán­eo

La ONG Médicos Sin Fronteras acometía ayer la puesta a punto del Aquarius «para que pueda zarpar cuanto antes», previsible­mente hoy mismo, según señaló la organizaci­ón, que junto a SOS Mediterran­ée, va a continuar con sus labores de rescate y salvamento en la zona del Mediterrán­eo central que une Libia con Italia.

Aún desconocen cuál será el próximo destino , una decisión que se adoptará tras las reuniones que se están manteniend­o en Roma.

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ROBER SOLSONA Varios inmigrante­s descienden del Dattilo a su llegada a Valencia

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