Nuevos productos
Ascendió como consejero delegado de Ikea hace año y medio y desde entonces tiene como objetivo culminar la adaptación de la compañía sueca al duro mercado digital. A pesar de la magnitud del reto, a Jesper Brodin (Suecia, 1968) no le tiembla el pulso para afrontarlo. Asegura que en estos momentos es un periodo «realmente emocionante» en Ikea, donde «estamos continuamente realizando pruebas para saber cómo mejorar».
Esta semana ha presentado en Madrid los resultados de facturación del último curso fiscal, tanto en España como globales. En nuestro país, las ventas ascendieron hasta los 1.497 millones de euros, un 2,1% más, mientras que en todo el mundo sumaron 34.800 millones, lo que supuso una subida del 4,7%. En ambos mercados hubo un aspecto común: el aumento de peso que están teniendo las ventas online en la facturación total.
Sin embargo, y a pesar de los datos positivos, Brodin explica a ABC que todavía hay trabajo por hacer. En la actualidad, las ventas por internet suponen el 8% del total en el mundo, pero este ejecutivo tiene como objetivo que en dos años representen el 20% del total. Para ello, la estrategia a seguir durante los próximos años pasa por «invertir más en tecnología. Esto nos dará la oportunidad en pocos años de operar como las mejores empresas del canal online».
Del mismo modo, apuesta por ofrecer un servicio más personalizado a sus clientes apoyándose en esta tecnología. «Logrando que el cliente interaccione con nosotros a través de la web podremos ofrecerle, por ejemplo, un sillón acorde a sus necesidades», argumenta. Así, por ejemplo, actualmente tiene un proyecto piloto en el Reino Unido donde los usuarios pueden comprobar, mediante un simulador en 3D, cuál es el mueble que encaja mejor en una habitación concreta.
La parte negativa de esta inversión para Ikea es el coste elevado que supone, que impiden un mayor crecimiento como ha pasado estos dos últimos años. Pero este gasto no es óbice