Nido de «enchufismo»
El escándalo de la Faffe, como se conoce a la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo, es mucho más que una constelación de luces de neón parpadeantes. Mucho más que doce noches de lujurioso desenfreno en las que los litros de alcohol y la compañía de amores mercenarios corrían a cuenta del dinero público.
Por mucho que deslumbre entre el cúmulo de corrupciones que investigan los juzgados (ERE, Formación, Santana, Avales, Invercaria…), el caso Faffe no se agota en la particular «ruta» por clubes de alterne que realizó durante seis años Fernando Villén Rueda, el director general de esta extinta entidad de la Junta de Andalucía creada para formar a los desempleados en una región que encabeza la tasa de paro del país.
Investigada por la UCO
La Faffe también es la fundación de los 8.844 contratos irregulares, de los que al menos 200 eran primos, amigos, cuñados y conocidos del PSOE y sindicatos, algunos «con tareas improductivas», según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Es la fundación que dejó casi 50 millones de euros en ayudas para formación sin justificar y que subvencionó cursos disfrazados de contratos laborales para que 1.500 empleados despedidos por la fábrica de Delphi en Puerto Real cobraran ilegalmente el paro, según un informe de la Inspección de Trabajo.
A sueldo de la Faffe estaban también los «falsos funcionarios» que tramitaban los expedientes de ayudas fraudulentas de los ERE. La Faffe es, en suma, mucho más que «ruido» político, La Guardia Civil descubrió al menos 200 contratados en la Faffe con vínculos con el PSOE y los sindicatos