May consigue que el Gobierno en pleno apoye su plan
La «premier» promete que la presencia en la unión aduanera tendrá una fecha límite
permanecer en este sistema indefinidamente dejaría atrapado al Reino Unido, como señaló May el lunes, sin la posibilidad de negociar acuerdos con terceros países.
Para convencerles, la premier dio garantías de que no permitirá que esto suceda y aseguró a sus ministros más críticos con su plan que no firmará ningún pacto con Bruselas que suponga un acuerdo en el que prevalezca «la creación de una aduana en el Mar de Irlanda». Algo a lo que se opone firmemente también su socio de Gobierno, los Unionistas de Irlanda del Norte.
Con el encuentro de ayer la líder conservadora salva así otro problema más, aunque no parece el único al que podría enfrentarse en los próximos días. El viento en Westminster ha traído, de nuevo, más rumores de una posible sublevación de los diputados «tories» más euroescépticos que pedirían una moción de confianza sobre el liderazgo de May. Para darse, necesitarían la firma de 48 de ellos y, según los medios británicos, parece que la cifra de parlamentarios estaría ya muy cercana a ese número. CORRESPONSAL EN BRUSELAS Después del sobresalto del pasado domingo, en el que algunos vieron al alcance de la mano el acuerdo para la salida ordenada entre el Reino Unido y la UE, el ambiente en Bruselas ha decaído hasta la multiplicación de las apuestas por un divorcio sin acuerdo. Todos los ministros de asuntos europeos reunidos ayer en Luxemburgo salieron de la sesión con el mismo mensaje: el acuerdo es posible, pero debemos prepararnos para que no lo haya. El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, por su parte, dijo que vista la situación «no hay razones para ser optimistas» salvo que la primera