BBVA duda de que el ajuste del Gobierno no afecte al crecimiento
La entidad empeora su previsión de avance del PIB y pide «recortar gasto ineficiente»
La incertidumbre sobre la viabilidad política de las medidas que planea el Gobierno acecha sobre la economía. Así lo constata BBVA Research en su último informe «Situación España» presentado ayer en el que empeora sus previsiones de crecimiento para la economía nacional para 2018 y 2019 en tres y una décima respectivamente, al 2,6% (idéntica a la que tiene ahora el Gobierno, después de revisarla el lunes) y al 2,4%. La razón de este bajón recae en las exportaciones y el consumo, aunque la inversión mantiene su músculo.
Pese a ello, la entrada en vigor de la catarata de guiños fiscales de los Presupuestos de 2018 desde julio que redundará en un alza del consumo público, unido a una mejora del gasto privado, conducirá en su análisis a que el PIB repunte al 0,7% en el tercer trimestre frente al 0,6% del periodo anterior.
A este menor tirón se le une una variable política en las previsiones del servicio de estudios, que aún no incorporan las medidas anunciadas la semana pasada. BBVA criticó la «incertidumbre sobre las medidas que se implementarán en los próximos años». Una incertidumbre que, en sus palabras, «es necesario reducir». Esta inseguridad sobre el devenir «político» puede disminuir en torno a dos décimas el crecimiento del PIB, una horquilla que se sitúa en el rango de los últimos años, por otra parte.
En concreto, BBVA pide recortar el gasto ineficiente, impulsando la modernización de la Administración. «Lo recomendable para disminuir el desequilibrio en las cuentas públicas sería la identificación del gasto ineficiente y su eliminación», apuntan. Y respecto a la subida de impuestos desaconsejan dirigir la «carga impositiva sobre el trabajo y sobre las empresas».
El responsable de análisis macroeconómico, Rafael Doménech, abundó que con las medidas anunciadas el déficit público del 1,8% del PIB que augura el Gobierno se puede cumplir, aunque creen que el gasto será dos décimas mayor sobre el PIB mientras que los ingresos serán una décima inferiores a los que pronostica el Gobierno.
Ello se explica por la congelación de la inversión pública. Pese a ello, señaló que el plan «se debería ejecutar no sólo por parte del Gobierno sino por todas las administraciones. Hay alguna duda al respecto». La principal es la que presume el Gobierno sobre que el ajuste estructural, de 4.800 millones de euros, no afectará a la actividad. Sin entrar en el detalle, Doménech señaló que el impacto negativo sobre la economía de un ajuste de esta magnitud puede llegar a un punto de crecimiento del PIB. «Son las elasticidades que estimamos a corto plazo», apuntó, hasta que pueda estudiar las medidas.