Rock’n’roll para cargar la suerte
El artista argentino publica su nuevo disco el próximo 2 de noviembre
En lenguaje taurino, dice Calamaro, «cargar la suerte significa entrar al toro, ponerse en su camino con el cuerpo, metiendo la pierna para torear bien de cerca. O al menos así era antes. Los puristas dicen que lo de cargar la suerte se está extinguiendo. Ahora el sentido moderno del término es más light, los nuevos críticos aceptan que se cargue la suerte con meter la mano, sin usar la pierna. Pero eso requiere menos valor». «Cargar la suerte» es el título del nuevo disco que ayer presentó en unos estudios en pleno centro de Madrid, en Amaniel, «una calle en la que estoy seguro que algo importante pasó, pero no logro recordar qué», murmura el músico argentino.
Tras compartir una sesión de escucha de sus nuevas canciones con la prensa, Calamaro continúa explicando el significado del título del álbum. «Hace poco, Morante dio una entrevista sentado en el escritorio de Joselito El Gallo, que al parecer se lo compró. Y hubo un momento en el que dijo que “una cosa es pasarse el toro por delante, y otra cosa es torear”. Yo creo que se refería precisamente a esto, a cargar la suerte como se hacía antes».
Grabado en sólo cuatro días, con toda la banda tocando junta en directo, sin claqueta ni «Cargar la suerte» suena muy inspirado y equilibrado en una primera escucha. «Es un disco grabado en una sala bien grande, a la vieja usanza», dice, «con mucha guitarra y mucho rock, pero sin antorcha ni pogo, que son cosas que ya no se estilan en la música alternativa». Traducido al cristiano, eso significa que es un álbum sin pisotones al acelerador, sin ritmos veloces, con mucha balada y medio tiempo.
Tras al arranque de «Verdades Afiladas», el single de adelanto, Calamaro canta acerca del verdadero trabajo de los músicos: esperar. «Tránsito lento» habla sobre la vida en los aeropuertos, sobre los viajes, con una reposada cadencia envolviendo versos que huelen a viajante veterano. «Esa letra costó un poco. Gustavo (su ingeniero de sonido) me dijo que, si hablaba de las esperas sin protestar, iba a parecer una conversación entre músicos cincuentones. Trabajé un poco más en la producción vocal del tema para darle algo de mordiente».
Nuevo guiño al «Pelusa»
«Cuarteles de invierno», más lenta aún, es una balada con finísimos arreglos de cuerda (violín y chelo), a la que sigue un nuevo homenaje al «Pelusa», también sin emociones trepidantes. En «Diego armando canciones» Calamaro habla de sí mismo haciendo un estupendo balance vital: «Para qué
«Cargar la suerte»