Selección española Un frenazo en plena ascensión
Luis Enrique, después de la dolorosa derrota ante Inglaterra, tiene muchos deberes para recuperar la inercia con la que ilusionó
o suele haber término medio con España, y mucho menos cuando de fútbol se trata, capaz de pasar del almíbar a la visión más pesimista posible. Resulta que la selección, con justicia, se llevó un puñado de piropos después de hacer tan bien las cosas en los tres primeros compromisos de la era Luis Enrique, el elegido para darle un vuelco a una situación penosa después del desastre del Mundial de Rusia. Las Rozas se convirtió en un balneario y escampó la tormenta a base de disciplina y buenos resultados en Wembley (1-2 ante Inglaterra) y Elche (6-0 contra Croacia), e incluso se aplaudió el buen humor que desprendía el seleccionador en sus comparecencias. Pero llegó una noche otoñal en Sevilla y a España le dieron un tortazo en plena ascensión, retratada en una noche penosa en el Villamarín. Fue especialmente sangrante la primera parte, con Harry Kane desmontando a una defensa desbordada, y, a falta de fútbol, al equipo no le quedó otra que despertar desde la furia y el carácter. Cuando no hay otra cosa, bueno es tirar de orgullo. Eso sí, el patinazo debe servir a Luis Enrique para sacar una serie de conclusiones, pues si él mismo asegura que estuvo «maravilloso» en la charla del descanso, habrá que entender que estuvo fatal, o como quiera calificarse, en el planteamiento. En menos de un mes, se juega la clasificación para la «final four» de la Liga de las Naciones (el 15 de noviembre peleará en Zagreb ante Croacia y la victoria le vale sin depender de nadie más) y buena parte de su prestigio.
NUna defensa retratada
Pocas veces se puede fallar tanto en defensa. Fue, en toda su línea, calamitosa, con dos centrales ridiculizados por Kane y dos laterales, Jonny Otto y Marcos Alonso, incapaces de sujetar a Rashford y a Sterling. Con un fútbol muy básico, Inglaterra se plantó tres veces en la portería de De Gea y celebró tres goles, tan sencillo como eso. Ramos y Nacho salen en todas las fotos y llama la atención el bajo nivel que está ofreciendo el capitán, más pendiente de mejorar registros que de otra cosa. España fue lo que fue a partir de una solidez atrás incuestionable, pero en los últimos torneos se ha perdido en desajustes más típicos de equipo menor y sin experiencia. Con todo, se agita el debate sobre la ausencia de Jordi Alba, pues nadie se explica que no esté. Sobre todo porque Luis Enrique mantiene que él decide en función de los aspectos deportivos, algo que poca gente cree. También es evidente la diferencia entre Carvajal y cualquier otro lateral derecho del país.
Cada tiro es gol
Ya se sabe que, en estos tiempos, a España le hacen gol en cada disparo. Con la excepción de Wembley, David de Gea sigue siendo poco fiable en la portería de la selección. Lo del Mundial es imposible de olvidar, un despropósito jamás visto anteriormente, y en esta nueva etapa no le van mucho mejor las cosas. Es verdad, como se ha escrito, que en Londres tuvo un par de intervenciones de mérito, pero el lunes, en Heliópolis, no realizó ninguna parada. Siendo justos, poco pudo hacer, pero es más una cuestión de sensaciones y de lo que transmite, que es de todo menos seguridad. Se queda debajo del larguero y parece que tiene alergia a salir de su área. Con todo, es indiscutible para Luis Enrique, que le dio la titularidad sin dudarlo por mucho que Kepa esté cada día más asentado en el Chelsea.
Busquets, perdido
Sergio Busquets ha sido durante mu-