Padre del ordenador personal
Creó un sistema operativo simplificado para los ordenadores personales
Sin Paul Allen, fallecido el lunes en Seattle, no hubieran existido los ordenadores personales como se los conoce hoy. Y aunque es menos conocido que el socio al que reclutó para fundar Microsoft, fue él quien convenció a Bill Gates para que dejara Harvard en 1975 y se dedicara de lleno a diseñar sistemas operativos que facilitaran el uso de computadoras de tamaño reducido para poder ser empleadas en el trabajo y el hogar.
En los años 70, para poder manejar un ordenador era necesario dominar el complejo lenguaje de la computación. La revolución de Allen y Gates fue crear un sistema operativo simplificado para los ordenadores personales que IBM lanzó en 1981. Con los años, ese programa, conocido como MS-DOS, se convirtió en el sistema operativo Windows, que introdujo una interfaz intuitiva que funcionaba con un ratón de dos botones y permitía seleccionar y ejecutar acciones.
Allen y Gates bautizaron la empresa como Microsoft porque comercializaba «software» para ordenadores con ‹microprocesadores», pequeños y de uso personal. Uno de sus desarrollos más exitosos fue Office, un conjunto de aplicaciones para escritura y administración que sigue dominando el mercado. Allen dejó la empresa en 1982 tras ser diagnosticado de linfoma, una enfermedad de la que fue tratado, pero que volvió a lo largo de los años y finalmente le provocó la muerte a los 65 años.
Su relación con Gates se resintió tras su salida, cuando este intentó diluir sus acciones, algo a lo que Allen se resistió. Permaneció en la junta directiva de Microsoft hasta 2000 y la fortuna derivada de sus acciones se estima hoy en 26.100 millones de dólares (22.500 millones de euros). Tras dejar Microsoft, invirtió dinero en varias empresas que tuvieron resultados mucho más modestos, cuando no pérdidas.
«Es el padre de productos, experiencias e instituciones mágicos, y por ello cambió el mundo», dijo tras su muerte el actual consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella. Gates le despidió con un comunicado en el que afirmó que «sin él no existirían los ordenadores personales como los conocemos hoy».
Fue Allen quien movió la sede de Microsoft de Nuevo México a su Seattle natal, convirtiendo la ciudad en un centro tecnológico y empresarial desde el que hoy operan también Amazon y Starbucks. Donó una buena parte de su fortuna a transformar la ciudad en un destino turístico, pagando incluso de su bolsillo el Museo de la Cultura Pop, diseñado por el arquitecto Frank Gehry. Aficionado al deporte, compró el equipo de los Portland Trail Blazers de la NBA y el de los Seattle Seahawks de la liga de fútbol americano.
Nacido en 1953 en Seattle, Allen conoció a Gates en la escuela secundaria y comenzó estudios universitarios en la Universidad Estatal de Washington, pero los abandonó dos años después para fundar Microsoft. Nunca se casó y no deja hijos pero sí una hermana, Jody. Una parte de su fortuna pasará a organizaciones caritativas y filantrópicas.