La musa secreta de Borges
de chica le decían “la inglesa”. Tenía “una violenta cabellera, altivo cuerpo, y un cáncer en el pecho”. Por si fuera poco, “un émbolo” (accidente cardiovascular) la transformó en “la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido” para Borges en su juventud. Además, está la “abarrotada salita”, un cuarto que era así porque, tras sufrir el derrame, ya no le interesaba más lo estético, sólo lo que necesitaba. Y, sobre todo, “había en ella negligencias, distracciones, desdenes, verdaderas crueldades, que tal vez reclamaban una explicación patológica”. Son tantas las referencias a ella...».
Mujer espectacular
Bibiloni nació en Buenos Aires el 20 de noviembre de 1902. Su madre, María Webster, fue la responsable de su educación y de que manejara tan bien el español como el inglés (¿entienden ahora por qué Borges, «Georgie» para ella, escribió aquellos versos en el idioma de Shakespeare?). Hermosa, deportista, culta, intelectual, encantadora, Bibiloni encandiló a la sociedad de la época, Borges incluido, aunque terminó casándose con el abogado «Tito» Bullrich. Celebraron su luna de miel a bordo del trasatlántico «Cap. Arcona», donde, según recuerda Elvira Corbalán, cuidadora de Bibiloni, fue descrita por el capitán como «la mujer más espectacular que había viajado jamás en los barcos de la línea Alemana Hamburg Süd». Bullrich explica que «ese fue el momento en el que Borges estuvo enamorado de ella, pero Beatriz sólo le miraba como amigo, aunque le quería mucho». El tiempo iba pasando y, «alrededor de los años cuarenta», Bibiloni sufrió el primer accidente cardiovascular de los tres que tendría. «Le dieron la extremaunción, pero, milagrosamente, al día siguiente se despertó y sobrevivió cincuenta años más», recuerda su nieto, aunque «ya no era la misma».
Ese es el personaje, ya enfermo, lastrado por la embolia, que aparece en los diarios de Bioy Casares, que tituló «Borges» (2006) y que, según Bullrich, son ejemplo de la «posverdad» y «políticamente incorrectos». «Con frases aisladas, construye personajes, incluso con Beatriz Bibiloni. Ella adoraba a Borges y tenía toda la confianza con él. Le decía todos los disparates habidos y por haber y, después, Borges iba a comer con Bioy y se lo contaba. Le contaba que cuando estaba muy medicada se caía de las escaleras, que creía que estaba en