ESTADO SOBRE LA JUSTICIA
mero en defender la posición de su partido. El diputado de Cs acusó al Gobierno de actuar con «premeditación y alevosía» con una reforma que es «un insulto y una auténtica provocación». No falto de ironía, en clara crítica a la tramitación de urgencia, Bal afirmó estar harto de que los camareros, en los bares, le pregunten cómo va «eso del CGPJ». De la pandemia no le hablan, «¿qué pandemia?». PSOE y Podemos solo habilitaron el mes de enero para continuar con la tramitación de esta proposición de ley, con la comisión de investigación sobre la Operación Kitchen y con los nombramientos en RTVE. Para el coronavirus y para debatir sobre el precio de la luz, como exigió la oposición, la Cámara Baja ha permanecido cerrada durante este mes.
El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, se mostró más comedido de lo que acostumbra y claro en su exposición, pero aun así tuvo recados para todos. No solo para el Gobierno. También para Junts, por su «parida» de que seis vocales sean hombres y seis mujeres –«¿Por qué no seis homosexuales y seis hetero?»– ; para Cs, por su «veleta», que según él le haría «comprar» la paridad «a la ultraizquierda» –Cs lo desmintió–; y para el PP, «el partido del maquillaje», al que acusó de no tener «credibilidad» por haber pactado el reparto de los jueces «35 años».
Por parte del PP, Carlos Rojas primero se defendió de la pulla de Vox acusándole de «propulsar al PSOE» salvando su decreto sobre los fondos europeos [ver página 18], y después defendió que los vocales del CGPJ, además de ser elegidos por jueces, no puedan tener vínculos pasados ni presentes con ningún partido. Lo que volvió a reiterar es que su partido no se dejará arredrar y no accederá a negociar la renovación del órgano con Pablo Iglesias, quien llama «exiliado» a un prófugo de la Justicia –a Puigdemont–. Además, recordó que PSOE y Podemos impideron en la Mesa la solicitud de informes sobre la reforma al CGPJ y a la Comisión de Venecia.
Jaume Asens, de Unidas Podemos, tachó de «ilegítimos» los nombramientos del CGPJ y acusó al PP de «atrincherarse» en el Poder Judicial hasta que la derecha gane unas elecciones. En la misma línea, el portavoz del PSOE en la Comisión de Justicia, Francisco Aranda, cargó contra «derecha y ultraderecha», cuyo único objetivo, denunció, «es erosionar al Gobierno». Solo Mikel Legarda (PNV) se desmarcó de ambos bloques rechazando las enmiendas pero censurando «reformas exprés sin reflexión ni informes». Ahora los grupos tienen ocho días para presentar enmiendas parciales.
Urgencia El trámite acelerado hace que los partidos solo tengan ocho días para enmiendas parciales