Renzi promueve ahora la figura de Draghi como primer ministro
▶ La enrevesada crisis italiana tiene mañana nuevo capítulo con la visita de Fico a Mattarella
Con estupor y preocupación, Europa sigue el desarrollo de la crisis de gobierno italiana, convertida en un rompecabezas. El camino del primer ministro en funciones, Giuseppe Conte, para formar su tercer gobierno en menos de tres años se complica. Desde que el presidente de la República, Sergio Mattarella, dio al presidente del Congreso de los diputados, Roberto Fico el pasado viernes un mandato exploratorio, no se han dado pasos sustanciales para confirmar la candidatura de Giuseppe Conte. En una breve nota, Fico comunicó en la tarde del domingo que, tras el primer turno de consultas con los partidos de la mayoría, «ha surgido el deseo común de mantener una reunión aclaratoria».
Por ahora, tres fuerzas políticas de la actual mayoría mantienen su apoyo a Conte (Movimiento 5 Estrellas,
Partido Democrático, Libres e Iguales). Pero Matteo Renzi, el líder de Italia Viva, cuyos 17 senadores son decisivos para una mayoría parlamentaria mínimamente estable, quiere seguir teniendo todavía las manos libres. Renzi dice que no pone un veto a Conte y está dispuesto a un gobierno político (la segunda opción sería un Ejecutivo institucional). Pero quiere un documento escrito, con un programa y un pacto de legislatura. Según Renzi, solo después de que haya un acuerdo al respecto, se debe dar el nombre más idóneo para guiar este proyecto, cuyo contenido fundamental debe ser un plan claro para el Fondo de Reconstrucción (la UE ha destinado 209.000 millones de euros a Italia). Matteo Renzi rechaza hablar de nombres, pero no es un secreto que desearía cambiar a los ministros de Economía, Justicia y Educación, y que se iniciara una nueva etapa política, a ser posible sin Conte.
Gran reserva
Matteo Renzi, muñidor y gran protagonista en la crisis de gobierno desde que la abrió el pasado 13 de enero al retirar del Ejecutivo a las dos ministras de su partido, juega desde hace tiempo la baza de Mario Draghi, el expresidente del Banco Central Europeo, que sigue siendo la gran reserva para la política italiana, por el respeto y prestigio del que goza en este país y en toda Europa. Draghi se ha convertido en el gran convidado de piedra en la crisis. Matteo Renzi quiere que Draghi dirija el gobierno o forme parte como superministro de Economía, para ejecutar el plan del Fondo de Reconstrucción. Así lo ha confiado abiertamente el líder de Italia Viva a sus parlamentarios, según diversos medios italianos.
En definitiva, la salida de la crisis es complicada y se impone, por tanto, la prudencia. Hoy, la mayoría podría llegar a un acuerdo sobre el programa, pero será difícil la unanimidad en el nombre del primer ministro, dadas las reticencias de Italia Viva sobre Conte. En este caso, cuando Fico informe el martes al presidente de la República del resultado de sus consultas, se abren tres escenarios. Primero: Mattarella puede darle a Fico un nuevo mandato exploratorio para que sondee sobre varios nombres, excepto el de Conte, dentro de la mayoría, como primer ministro. Segunda: un gobierno institucional (el nombre de Draghi suena mucho en los últimos días, al igual que el de la expresidenta del Constitucional Marta Cartabia). Tercera: elecciones anticipadas, una posibilidad remota, pero no descartable.