Rusia amenaza con romper con la UE si le impone sanciones
▶ Moscú indemnizará con 8.500 euros a Navalni por el arresto que sufrió en 2012
Si la Unión Europea aplica nuevas sanciones contra Rusia, esta vez por el encarcelamiento del principal adversario del Kremlin, Alexéi Navalni, Rusia romperá completamente las relaciones con Bruselas. Así lo anunció ayer el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista con el polémico presentador Vladímir Soloviov.
«Se haría en el caso de que volvamos a ver, como ya hemos sufrido más de una vez, que se aplican sanciones contra determinados sectores productivos, creando riesgos para nuestra economía incluso en las esferas más sensibles. No queremos aislarnos del mundo, pero debemos estar preparados», declaró Lavrov, reproduciendo la vieja frase de la época romana ‘si vis pacem, para bellum’, (si quieres la paz, prepárate para la guerra).
El jefe de la diplomacia rusa se reunió en Moscú el pasado 5 de febrero con el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, en lo que fue la escenificación más patente que se ha visto hasta ahora de la brecha existente entre Bruselas y Moscú. Pese a las numerosas discrepancias, ambos, no obstante, abogaron por «mantener abiertos todos los canales de comunicación» entre las dos partes.
El martes, en una intervención ante el Parlamento Europeo, Borrell habló de adoptar «medidas concretas» para responder a la «deriva antidemocrática y represiva» de Rusia. La posibilidad de aplicar nuevas sanciones se estudiará en el seno del Consejo de Asuntos Exteriores de finales de febrero.
Consejo Europeo en marzo
El equipo de Navalni ya ha propuesto a Bruselas un paquete concreto de sanciones contra personas del entorno inmediato del presidente ruso, Vladímir Putin. Una decisión definitiva podría adoptarse en marzo en el seno del Consejo Europeo.
Borrell lamentó que las autoridades rusas no quieran participar con la UE en un «diálogo constructivo» que incluya derechos humanos y libertades en general. Pero, el miércoles, durante una ceremonia en el Ministerio de Exteriores ruso con motivo del Día del diplomático, Lavrov puso en cuestión «la dudosa interpretación de los valores universales» que hace la UE en relación con Navalni, a quien consideran un simple delincuente con cuentas pendientes con la Justicia. Según sus punto de vista, «cualquier intento de Rusia de ser independiente, de defender su derecho a aplicar una política exterior propia, choca con la resistencia cada vez más encarnizada de nuestros socios occidentales».
Mientras tanto, Navalni afrontaba ayer un nuevo juicio, esta vez por «difamar» a un veterano de la II Guerra Mundial. La jueza decidió continuar el juicio el día 16.
El opositor se ha encontrado con que Moscú va a cumplir la sentencia emitida el 10 de noviembre de 2020 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y le va a indemnizar con la suma de 8.500 euros. El principal disidente ruso fue detenido durante una manifestación celebrada en 2012 en contra de la vuelta al Kremlin de Putin, y el TEDH dictaminó que se vulneraron sus derechos, sus libertades y fue privado de un juicio justo.
No habrá apelación
Inicialmente, las autoridades rusas anunciaron que sería recurrida la sentencia, pero ayer se supo que ha habido un cambio de estrategia y no se producirá tal apelación. Navalni, por tanto, recibirá los 8.500 euros, aunque seguirá en la cárcel.
La sentencia dictada en noviembre es ya la tercera del TEDH que da la razón al principal líder opositor ruso: en 2017 y en 2019, también por decisiones judiciales «injustas y arbitrarias» adoptadas en las sucesivas penas de prisión menor que Navalni sufrió entre 2012 y 2013 y por el arresto domiciliario de 10 meses en 2014, que tuvo, según el TEDH «motivación política». Él y su hermano fueron reconocidos
Advertencia del ministro «No queremos aislarnos del mundo, pero debemos estar preparados», asegura Serguéi Lavrov
Tensión con Bruselas La visita de Borrell mostró graves diferencias, aunque mantienen abiertos los canales de comunicación
El Gobierno alemán reaccionó ayer con irritación y estupor a la amenaza rusa de romper relaciones con la UE. «Estas declaraciones son extrañas e incomprensibles», dijo una portavoz del Ministerio de Exteriores. El ministro Heiko Maas había declarado anteriormente que no descarta nuevas sanciones a Rusia, pero igualmente había mostrado su interés en un diálogo con Moscú.
El cruce de declaraciones se produce después de que la esposa del opositor ruso Alexéi Navalni haya llegado a Berlín, donde se le ha ofrecido asilo político, y de que el Ministerio de Exteriores alemán haya confirmado que está en marcha el traslado «lo antes posible» de 50 opositores bielorrusos culpables de «estafa y blanqueo de capitales» en el caso relacionado con la firma Yves Rocher y condenados a tres años y medio de cárcel.
Aquella pena quedó en suspenso, pero, tras el regreso el pasado 17 de enero de Navalni a Rusia después de tratarse en Alemania del envenenamiento sufrido el pasado verano en la ciudad siberiana de Omsk mientras hacía campaña, la semana pasada se levantó la suspensión y el Tribunal Símonovski de Moscú ordenó que los dos años y ochos meses resultantes, a suelo alemán. Merkel ha realizado recientemente declaraciones muy críticas con la situación en Rusia, en las que ha hablado de «déficit de Estado de derecho» y apoya las sanciones tras la detención de Navalni, pero ha desvinculado estas medidas del gasoducto Nord Stream 2, que transportará gas ruso a través del Mar Báltico hasta la costa norte de Alemania.
Esta salvedad ha ocasionado graves críticas de Ucrania y Polonia. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha apremiado reiteradamente a Berlín a suspender la construcción del gasoducto, que califica