Irresponsable es poco
El ministerio de la ilustre vecina de Galapagar vuelve a juguetear con la salud de los españoles y anima a «tomar las calles» el 8-M
«La bajada de cifras del 8-M fue debida al coronavirus, pero esto no lo voy a decir». Resuenan como un trueno otra vez las palabras de Montero previas, y con la sinceridad de cuando uno cree que no le graban, en aquella entrevista donde prefirió autocensurarse y no mentar al bicho después de la manifestación del pasado año. Y resuenan porque, suspendidos los Carnavales, las procesiones de Semana Santa o las Fallas, y con las gradas de los estadios de fútbol aún vacías, parece que el Gobierno sí se anima a promocionar la manifestación (en formato «nueva normalidad») y llama «a tomar las calles» el próximo 8-M. Confirma esto la obstinación de un gabinete al que entonces y ahora le preocupa mucho más pulir su activismo feminista, lo primero es lo primero, que la salud de los españoles. Hoy sabemos que adelantar aquel primer confinamiento una semana hubiera salvado al menos 23.000 vidas. Prefirió el Ejecutivo salvar la convocatoria morada y pasó lo que pasó. Y ahora vuelve, de la mano de la ilustre vecina de Galapagar, a juguetear con el riesgo para los ciudadanos en un ejercicio algo más que irresponsable, diremos dolosamente temerario, con solo un 4,13 por ciento de vacunados, la gran mayoría de los cuales no van a asistir a la marcha desde la residencia. Irresponsable es poco. [Y eso sí se puede decir]