Igualdad y la Comisión del 8-M animan a «tomar las calles» pese al coronavirus
▶Sanidad se inhibe y deja que las Delegaciones del Gobierno autoricen (o no) las marchas del Día de la Mujer
El Ministerio de Igualdad y la Comisión organizadora de los fastos del 8-M, o Día Internacional de la Mujer, animan a «tomar las calles» ese día y que se escuche el grito de las mujeres que sufren aún desigualdades en España, pese a la amenaza latente de una cuarta ola de la pandemia. El formato de ese altavoz aún no está del todo claro. Lo definirán en los próximos días, anuncian. Por un lado, las organizadoras de las concentraciones convencionales en Madrid no descartan marchar por el centro de la capital, «siempre respetando las normas de seguridad y de higiene» que impone el coronavirus, declaran a ABC. Pedirán permiso y serán, en Madrid o en la ciudad donde se convoquen, las Delegaciones del Gobierno las que autoricen o desautoricen esas concentraciones por el riesgo de propagación de la enfermedad, responde, a su vez, el Ministerio de Sanidad a este diario.
A esa invitación de la Comisión del 8-M, el Ministerio de Igualdad asegura que responderá a favor. «Las acompañaremos en su convocatoria siempre». Así se expresaron ayer tanto la secretaria de Estado y número dos del departamento, Noelia Vera, como la directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades (IMIO), Beatriz Gimeno, en la presentación del calendario de actividades programadas para esta edición.
La peligrosa edición de 2020
Pero, tras la última y controvertida celebración del año pasado, el 8 de marzo de 2021 no puede ser un día convencional, señalan a este periódico otras de las entidades feministas que forman parte de la Comisión del 8-M, menos próximas a la órbita de Unidas Podemos (UP). Según esas fuentes consultadas, secundar una llamada a una manifestación –como «han solicitado algunas compañeras» y no descartan todavía desde la organización– sería una «locura», tras lo acontecido en marzo de 2020. De hecho, ABC publicaba esta semana el peligro que había supuesto la organización de eventos como las 76 marchas que serpentea