Un espía entrega a Rusia los planos del Parlamento alemán
▶ Jens F., electricista alemán del edificio, envió la información a Moscú, según la Fiscalía
Berlín siempre ha sido, y posiblemente siempre será, una ciudad de espías. Espías que en rara ocasión ocupan un rol tan glamuroso como el que les atribuye la cinematografía, pero que tampoco suelen ocultarse tras tapaderas tan pedestres como el último en ser descubierto, un electricista contra el que la Fiscalía general alemana acaba de presentar cargos por haber pasado a la inteligencia rusa nada menos que los planos del Bundestag, la sede del Parlamento alemán.
Se trata del ciudadano alemán Jens F. y es empleado de una empresa de electricidad que en varias ocasiones ha sido contratada por el Bundestag. «Entre finales de julio y principios de septiembre de 2017, el sospechoso decidió, por iniciativa propia, transmitir información sobre la estructura del edificio del Reichstag a los servicios de inteligencia rusa», dice el comunicado de la Fiscalía. Sobre el motivo que llevó a Jens F. a dar ese paso, solo hay por ahora conjeturas. Desde las que suponen una motivación económica hasta las que aluden a una pasado relación con la NVA, las fuerzas armadas de la RDA, la Alemania comunista, o a contactos familiares con la Stasi, la policía política de la Alemania oriental. Esto ha sugerido el diario ‘Bild’, que sin embargo no ofrece información sobre esos contactos.
El trabajo de Jens F. consistía en la supervisión de los dispositivos portátiles que se utilizan en la cámara baja del parlamento alemán, por lo que habría podido tener acceso también a los iPad individuales que utilizan los diputados alemanes, así como a datos y configuración wifi de teléfonos móviles. El equipo fiscal tiene pruebas de que accedió a ficheros PDF que contenían los planos y esquemas de la instalación eléctrica e informática del Bundestag y que creó un soporte de datos con esos archivos, también en formato PDF, y los envió a un empleado de la Embajada de Rusia en Berlín que es miembro del servicio de inteligencia rusa GRU. Una vez presentada la demanda, el caso queda a la espera de ser aceptado por el tribunal competente.
Ataque informático
Cabe recordar que en 2015, antes de que sucediera todo esto, el Bundestag sufrió un ataque informático cuya autoría, según la investigación abierta al respecto, apuntaba directamente al Kremlin. Robaron 16 gigabytes de datos y más de un millón de correos electrónicos. Las autoridades rusas han seguido calificando de «infundadas» esas acusaciones y el asunto ha sido motivo de una escalada de tensión diplomática entre los dos países.
Mientras el embajador ruso en Berlín, Serguéi Necháev, negaba en rotundo que su país estuviese espiando al parlamento alemán, Jens F. trapicheaba con unos planos que, por otra parte, no son tan difíciles de encontrar. Con motivo del traslado del parlamento alemán de Bonn a Berlín, en el año 2000, se publicaron numerosos libros e incluso folletos turísticos con detalles de la estructura y renovación del Reichstag. El arquitecto británico Norman Foster fue el ganador del concurso público y acusado de plagio después por el español Santiago Calatrava por haber copiado presuntamente su diseño de la cúpula de cristal que hoy es la enseña del edificio. Toda esta polémica fue profusamente seguida por los periódicos berlineses con abundante publicación de planos. Tras el ataque de 2015, sin embargo, se realizó una mejora de seguridad informática cuyos detalles sí serían de interés para cualquier servicio de inteligencia enemigo.
Las relaciones entre Alemania y Rusia han seguido un incesante proceso de tensión desde la anexión de Crimea. El espionaje ruso se deja sentir en Berlín sin demasiado secreto. El pasado mes de junio fue detenido en la capital alemana el ciudadano ruso Dimitri Badin, acusado de actividades de espionaje contra Alemania por encargo de una potencia extranjera. Badin formaba parte de un grupo de ‘hackers’ denominado APT28 que estuvo relacionado con el ‘hackeo’ del Bundestag en 2015. En esa fecha, Badin estaba también en nómina de la inteligencia militar rusa GRU.