Los científicos se jugarán catorce años de trabajo en dos exámenes
▶ Pedro Duque prepara una nueva ley de Ciencia para acabar con la precariedad
Aún es un borrador que ni siquiera ha pasado por el Consejo de Ministros y ya se ha convertido en un polvorín a punto de explotar. La nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, uno de los proyectos más ambiciosos del Gobierno de coalición y cuyo objetivo es acabar con la precariedad de la carrera investigadora, se encuentra en revisión por parte de los ministerios implicados. Sin embargo, quien parece estar fuera de la conversación son los verdaderos protagonistas, los científicos que trabajan en la administración pública: tanto sindicatos como organizaciones profesionales denuncian que nadie del Ejecutivo de Sánchez se ha puesto en contacto con ellos para escuchar sus reclamaciones, a pesar de que el anteproyecto atenta directamente contra sus derechos laborales.
El jueves pasado, el pleno del Congreso aprobó por unanimidad la creación de una subcomisión para estudiar las modificaciones que deberían incorporarse al anteproyecto y «someter ese texto a información pública para recabar la opinión y las sugerencias de todos los sectores implicados», informan a ABC desde el Ministerio de Ciencia. Uno de los puntos más polémicos de la ley es la inclusión de la figura del ‘tenure-track’, con la que el Gobierno asegura que quiere mejorar la precariedad de los contratos y «asegurar la excelencia».
Este nuevo tipo contractual vendría a ser una especie de compromiso para que el investigador que termine este tipo de contrato consiga, al final de cuatro años, una plaza fija. Pero antes deberá
Un investigador español en su laboratorio pasar dos exámenes diferentes, con posibilidad de suspender y no llegar a lograrlo, según denuncian las agrupaciones.
Fin del científico titular
«Lo que se busca es sustituir la figura del científico titular, con la que tienes una serie de derechos, por esta otra, mucho más precaria», afirma a ABC Fuencisla Matasanz, integrante de CC.OO. y científico titular del CSIC. «A los científicos titulares se les reconocen derechos como la antigüedad; esta nueva figura no lo hace. Y, además, si no paso la evaluación, me echan, algo que tampoco ocurre con el actual contrato. Esto va a empeorar la precariedad».
«En el mejor de los casos te estabilizas tras 14 años de carrera. Pero no es ni mucho menos lo habitual y, entre medias, siempre se combina con estancias en el extranjero y la cola del paro», explica Manuel Heras, coordinador de la Comisión de Documentación de FJI/Precarios. «La nueva ley no cambia en mucho el sistema ni acorta los tiempos». Heras explica que la figura del ‘tenure-track’ es habitual en países anglosajones, donde hay más plazas. «Pero en España es muy difícil conseguir un contrato de este tipo como para, además, incluir dos evaluaciones más».
Además, ambos colectivos señalan que esta ley olvida otras cuestiones importantes, como no incluir el derecho a indemnización por la finalización de contrato a los investigadores predoctorales o la situación del personal técnico, responsable del funcionamiento de los laboratorios. «Como científico titular, y habiendo superado todos los pasos, creo que esta nueva ley es un atraso tremendo», concluye Matasanz.