Las preguntas más polémicas
Educación Infantil
¿Qué áreas de conocimiento («de sí mismo, del entorno...») debería contemplar la organización de la educación Infantil?
Bachillerato
¿Cuántas materias específicas de modalidad («3, 4, otro número...») deberían cursarse en cada uno de los cursos?
Modalidad de Artes
¿Fundamentos del Arte debería ser la materia obligatoria en primer curso del Bachillerato de Artes?
Valores Cívicos y Éticos
¿En qué curso del tercer ciclo de Primaria berían cursarse en cada uno de los cursos?» o si Fundamentos del Arte debe o no ser obligatoria en 1º curso del Bachillerato de Artes.
«Esto es rebajar la política educativa a una discusión de café. Es una tomadura de pelo, anuncian un borrador de proyecto y ponen un cuestionario; no han hecho nada y quieren entretener al personal», critica Xavier Gisbert, exdirector general de Evaluación y Cooperación Territorial. Pone el ejemplo de la pregunta planteada en Infantil sobre las áreas de conocimiento («conocimientos de sí mismo, del entorno...») que esta etapa debería contemplar en su organización. «¿Cómo le pueden preguntar esto a un individuo? Debería ser para maestros de Infantil, ni siquiera de Secundaria que puede que no lo sepan», critica.
Por su parte, el consejero de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio cuestiona «¿qué validez debería incluirse la enseñanza de Valores Cívicos y Éticos?
Proyectos significativos
¿El ministerio debería fijar un tiempo mínimo, semanal, mensual o anual en el horario lectivo para los proyectos significativos? pueden tener unos resultados de una encuesta sobre la que no existe ningún control de acceso y cuyos resultados pueden ser manipulables? Es más, si los resultados fuesen muy diferentes a las intenciones del Gobierno, ¿Celaá adaptaría el desarrollo de los currículos a los resultados de las encuestas? Evidentemente no». El consejero agrega que «es el Gobierno de España el que tenía que haberse puesto a trabajar en ello, puesto que una vez se aprueben los currículos, hay que adaptarlos a la normativa autonómica. Como siempre, el Ministerio va con retraso y luego exigirá a las comunidades toda la prisa del mundo para que entre en vigor el curso 2022/2023».
«Cumplir con la formalidad»
Para Francisco López Rupérez, expresidente del Consejo Escolar del Estado y director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela, estos formularios tienen dos puntos débiles: «Primero, que lo que se somete a consulta no es un proyecto de real decreto, sino que es una especie de ‘preanteproyecto’ muy general. Y la segunda debilidad, es que la consulta no es representativa estadísticamente del estado de opinión de los actores principales de la comunidad educativa».
Rupérez agrega que con esta iniciativa «se cubre el trámite formal de la consulta pero de forma defectuosa; nunca he conocido una iniciativa de estas características, tiene fallos de concepto y de procedimiento».
«Consulta de interés»
«Por supuesto, toda participación nos parece positiva. Pero no alcanzamos a comprender por qué no se contó con la comunidad educativa en la confección y tramitación de la Lomloe y ahora se realizan preguntas concretas sobre aspectos del nuevo currículo. Da la sensación de que el Ministerio no tiene claros las metas y objetivos de la reforma realizada, o que esta fase de participación abierta ahora no va a tener ningún efecto real. Preguntar si las evaluaciones deberían ser cuantitativas o cualitativas es cuanto menos, desconcertante», critica Luis Centeno, secretario general adjunto de Escuelas Católicas, patronal de la concertada.
Pero no todos cuestionan tanto la iniciativa. Para Jesús Manso, profesor de Política Educativa del Departamento de Pedagogía de la Universidad Autónoma de Madrid, «hay que diferenciar entre lo que son consultas populares de las que incorporan a especialistas, es decir, profesorado, inspectores, miembros de equipos directivos... Ambos son de interés y me parece bien preguntar, pero a la gente, quizás, habría que hacerlo con un componente menos técnico y más sociológico». Recuerda que el Ministerio ha anunciado que pondrá en marcha un foro de debate de cuatro sesiones sobre el nuevo currículo para el que se contará con 40 centros educativos de Infantil, Primaria y Secundaria de todas las comunidades. «Inician un proceso de participación que debe ser continuado y ampliado, nos falta una cultura de incorporación de docentes en el debate público sobre el diseño curricular», concluye Manso.