EL OBISPO MARTIROS, PEREGRINO
En medio de los horrores de cada día parece un milagro hallar una noticia esperanzadora, ajena a calamidades sanitarias y fechorías políticas. De ahí el gozo que nos produce saber que una editorial gallega, Trifolium, mucho menos conocida de lo que merecería por su interesante catálogo (ahí están, rescatadas de la ‘Revista Blanca’, las impresiones del viaje de Federica Montseny a Galicia a fines de 1935), recupera el curioso diario del armenio Martiros, obispo de Arzendjan, cuando fue peregrino a Compostela. Corrían los años finales del XV. Del relato hay edición relativamente reciente, realizada a iniciativa de la Universidad de La Rioja, pero no fácil de encontrar en las librerías gallegas. Estamos ante una reedición del texto traducido en su día (hablamos de siglo y pico atrás) por doña Emilia Gayangos, una de esas mujeres españolas de ilustración notabilísima cuyo nombre permanece en el purgatorio de las omisiones, incluso en estos tiempo de empoderamientos feministas. A doña Emilia la erudición le venía de fábrica: su padre, el catedrático y académico don Pascual Gayangos, estableció algunos de los pilares, todavía hoy fuertemente asentados, para el conocimiento de la España musulmana. Su biblioteca, abierta a consulta, la custodia la Real Academia de la Historia.
Con desviaciones unas veces al albur y otras por fuerza, Martiros recorre las tierras que van desde la marca de Francia hasta Fisterra. A veces marcha a la cabeza de un grupo de devotos o de curiosos. Nunca tiene prisa y confía en que lo que pueda acaecer, bueno o malo, será porque Dios lo dispone. Anota, con un par de líneas o en escueto parrafillo, el paso por Portugalete, Santander, Santillana, San Vicente de la Barquera, Oviedo, Compostela con la tumba («un arca de latón con tres cerrojos») del apóstol que es «luz del mundo» y, por fin, Fisterra, asentada en sus apuntes como «Santha María Fenesdirna». Estamos ante la primera guía de lo que hoy llamamos Camino del Norte, durante mucho tiempo eclipsado por la fama del Camino Francés, aunque nunca desprovisto de cualificados valedores, así el ilustre académico Uría Ríu, a quien debemos estudios esenciales sobre las rutas de peregrinación, varios de ellos en colaboración con los profesores Vázquez de Parga y Lacarra y publicados en el boletín de la RAG.
Estamos seguros de que en este Año Santo duplicado el libro del obispo armenio formará parte del equipaje mochilero de muchos peregrinos.