Temor a que los radicales usen la guía del ‘foam’ para sofisticarse
▶ Tras publicarse parte del protocolo, la CUP pide al Govern quitar a los Mossos esta munición
En plena negociación para la formación de un nuevo ejecutivo separatista, el Govern ha cedido ante los antisistema y ayer hizo público parte del protocolo de los Mossos d’Esquadra para el uso de las lanzadoras de ‘foam’, los proyectiles que la Policía autonómica usa para dispersar a los radicales en los disturbios. Pero la medida no ha contentado ni a unos ni a otros: los Mossos temen que los radicales lo usen a modo de manual para sofisticarse, todavía más, en el uso de la violencia. Y la CUP, que en un preacuerdo con ERC para la formación de un futuro Govern había pactado suspender el ‘foam’ hasta publicarse el protocolo, ahora da un paso más y pide dejar a los Mossos sin estos proyectiles.
«¿A quién interesa que se publique un manual técnico?», se preguntan las fuentes de los Mossos consultadas por ABC. Y ellas mismas se responden: «A los radicales, para buscar rendijas en el protocolo para actuar más sofisticadamente contra la Policía». La CUP alimenta la violencia en la calle, y luego quiere dejar a los agentes sin herramientas para atajarla. De todas formas, según fuentes de Interior, por razones de seguridad no se ha publicado la parte más técnica sobre el funcionamiento de estas armas.
Los proyectiles de ‘foam’, de material viscoelástico, son el tipo de munición que comenzaron a utilizar los antidisturbios de los Mossos tras el veto del Parlamento catalán a las pelotas de goma, después de que en 2012 una mujer perdiese un ojo al recibir el impacto de una de ellas. Hacía año y medio que el Parlamento catalán había reclamado al Govern la publicación del protocolo, en una resolución contra la que votó Junts. Ahora, en plenas negociaciones, los posconvergentes han cambiado de parecer y el consejero de Interior, Miquel Sàmper, también de Junts, se comprometió personalmente a que sí se haría público.
Ni los sindicatos de los Mossos consultados por este diario ni la cúpula policial creen que ahora sea el momento idóneo de publicar un protocolo que todavía está en proceso de revisión y, menos aún, en el actual clima poselectoral. «Si un juez lo reclama en una investigación sobre un incidente, pues se le entrega y punto. No queremos esconderlo, pero no entendemos qué interés hay en que se haga público», explican estas fuentes. Sin embargo, entidades como el Síndic de Greuges –defensor del pueblo catalán– y el centro de derechos humanos Irídia
–habitualmente alineado con los manifestantes contra la Policía– insistían en reclamarlo después de que en las recientes marchas contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel una joven perdiese un ojo. Se investiga si fue por uno de estos proyectiles. Lo que indigna a los agentes es, sobre todo, que los Mossos siempre estén en el punto de mira, y que, en cambio, «nunca se fiscalice» a los violentos, lamenta Imma Viudes, portavoz del sindicato SAP-Fepol, en una conversación con ABC.
De todas formas, lo publicado por la Consejería de Interior no deja de ser un decálogo de pautas generales que establece, por ejemplo, que el ‘foam’ debe ser usado «bajo los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad» en desórdenes públicos graves, y para neutralizar «conductas violentas individualizadas». Solo debe emplearse, en la medida de lo posible, tras agotar la vía del diálogo, y apuntando por debajo del abdomen, aunque se puede dirigir a los brazos si el violento porta un objeto contundente o un arma.
«Un insulto» para la CUP
Tras conocer su contenido, el diputado autonómico de la CUP Xavier Pellicer señaló que le parecía «un insulto», pidió explicaciones a Interior y que se retire el uso del ‘foam’ a los Mossos. «Creemos que esto no es un protocolo. Es un documento que podría haber escrito cualquier persona», indicó Pellicer. Mientras tanto, ERC criticó ayer a Junts por no querer, en opinión de los de Pere Aragonès, cerrar ya un pacto de gobierno.