Uso temerario de los patinetes

Hace tiempo que el uso de los patinetes se ha popularizado de tal forma que ya es algo cotidiano verlos en la vía pública. Ante todo, quiero dejar claro que me parece una buena alternativa para desplazarse de una forma más sostenible, y que es cierto que disminuye el problema de la carencia de aparcamientos, pero es necesario hacer un uso correcto de estos nuevos vehículos. En mi ciudad, Tarragona, no paro de cruzarme con jóvenes que van en grupo, sin casco, por la acera, por el arcén, montando dos en un patinete y, ya lo último y lo que más me sorprendió, la moda de manejar los patinetes sentados sobre su base. Lo peor es que me da la sensación de que no hay sanciones que castiguen estas conductas. Creo que si se permite que nuevos medios de transporte convivan en una ciudad, primero hay que preguntarse si se tiene una infraestructura adecuada para garantizar la seguridad de todos, peatones y usuarios; y, segundo, considero imprescindible trabajar para concienciar sobre un uso responsable. No es un juguete; es un medio de transporte. ausencia de procesiones en nuestras calles. Pero no nos vengamos abajo, todo lo contrario: tenemos que sentirnos más fuertes que nunca. Nuestros templos han estado abarrotados durante toda la Semana de Pasión. Sacar un paso a la calle es algo secundario. Detrás, dentro de las cofradías, hay una maravillosa labor de fraternidad, sacrificio y solidaridad con los más necesitados, llevada a cabo a lo largo de todo el año, y eso es lo que el personal ajeno al mundo cofrade debe ver y valorar en una hermandad.

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