«Ayuso dice que va a arrasar; ‘voy a cuidar’ es lo que decimos nosotros»
Como hiciera Manuela Carmena después de las elecciones de 2015, Mónica García, arropada por el líder de Más País,Íñigo Errejón, y la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre, cerraron la campaña electoral en la Cuesta de Moyano. En su última intervención antes de las elecciones de mañana, visiblemente emocionada, García ofreció un gobierno que «antepone la vida a los cálculos electoralistas» porque Madrid «son sus mayores, sus niños, es verde, su talento, sus cielos, sus parejas de todo tipo, es encontrarte a tu ex, es valiente, es abrazos». «Y nos lo están robando», advirtió la líder de Más Madrid. Tras un alegato por el «lobby de los cualquiera», Mónica García se emocionó al hablar de sus compañeros del 12 de Octubre y recordar a «los profesionales de la sanidad que se han dejado la piel en la pandemia, a los pacientes de las UCI, a los más de 100.000 madrileños ingresados en hospitales».
Durante su intervención, Errejón, el líder de Más País, hizo un llamamiento a «reventar las urnas» y que los barrios sencillos voten masivamente a pesar de que mañana sea día laborable porque «el jefe vota siempre». «Vamos a ganar las elecciones no para los que voten a Más Madrid, sino para los que quieran un gobierno decente porque están hartos de desprecio y maltrato», afirmó el diputado de Más País.
Lograron 20, tras dejar a Podemos con solo siete. Ahora pueden alcanzar uno más
Iñigo Errejón y Mónica García
La campaña ha sido un festival, y con un festival se cierra. Parece un mundo cuando Monasterio se ejercitaba en una capea con Morante, con una vaquilla afeitada y quizá de la cuerda.
Y el mundo de toros quiso y no quiso ser político. Anduvo entre fuerte y flojo, como toreaba Paula, con el ministro Uribes. Y al final, el público, el tendido votante, ya llevaba su papeleta en las horas antes del fin de campaña. Influye que antes de que dieran las 18.00, el PP puso dos pérgolas, en lo que va de la estatua de Bienvenida a la de Fleming, donde daban por el mismo precio dos claveles y la papeleta de Ayuso. «Ponme dos claveles y el sobre, y nos llevamos el completo». Con el clavel se ofrecía un kit popular para recoger excrementos caninos, y alguien reflexionó que «sólo los de Galapagar tienen mastines».
Tanta campaña sobre la espalda del aficionado/votante, tanto Covid, que hasta un músico de la banda se quejaba de un año de nada, y de tener que trabajar en una orquestilla. Se reencontraban los jóvenes, que salían del ‘merchandising’ de Ayuso y se hacían una foto con Vitorino JR, que compró en metálico su almohadilla. Y mascarillas hasta en los alguaciles.
Cuando llegaba la Infanta Elena