Psicología pública, rápida y accesible
Los psicólogos gallegos denuncian la falta de personal para atender una demanda que crece desde el año 2008
Tiempos de espera de dos a cinco meses para citas de 15 minutos. Eso es lo que espera cualquier persona que pretenda acceder al psicólogo por la vía pública. Es una de las especialidades con más demanda (1 de cada 3 pacientes de Atención Primaria acuden por un problema de salud mental) y los recursos no son suficientes para atenderla. «Mi médico me derivó a salud mental en noviembre. Estuve esperando un mes y pico hasta que me dieron cita... para abril», cuenta Lucía Vieitez, de 25 años, que ya tenía el diagnóstico por la privada y tuvo que esperar ese tiempo sólo para que le recetaran la medicación que necesitaba.
El caso de Lucía es bastante común, pues, aún suponiéndole la consulta privada un gran esfuerzo económico, decidió recurrir a ella porque «no podía esperar a una cita por la pública, a nivel de salud mental estaba en un momento crítico y necesitaba atención sanitaria ya». Carla Torres [nombre ficticio] vivió una situación similar, pero abandonó su terapia al suponerle un gran esfuerzo económico.
Yolanda Castro, representante de la Asociación Galega de Psicólogos Clínicos del Sergas, cuenta que las terapias llegan «tarde, mal y a rastro» porque no hay recursos para atender a una demanda creciente desde 2008. «La ansiedad, la apatía o la sintomatología depresiva se suelen repetir cuando hay una crisis», asegura, y para ello, se necesita «transversalidad, mayor y más rápida accesibilidad de la población a los tratamientos psicológicos y reducción de los tiempos de espera».
En ese contexto, la Xunta ha lanzado el Plan de Salud Mental de Galicia Poscovid 2020-2024, «en la que se han abierto muchos programas paralelamente» y se ha aumentando la financiación, colaboración con otras entidades y apoyos en las terapias más graves, según afirma María Tajes, jefa de servicio de Salud Mental del Sergas. Este proyecto no parece contentar del todo a la APCS. El plan pretende contratar a 45 profesionales más -actualmente hay cerca de 100-, pero la asociación denuncia que la contratación de psicólogos llevaba paralizada desde 2008, «incluso en algunas áreas se han perdido activos», señala Castro, y que 45 «es un aumento importante, pero sigue siendo insuficiente».
La heterogeneidad en las áreas sanitarias y la multiplicación de tareas para los psicólogos provoca esas largas listas de espera. «En Lugo, hay una persona que distribuye su trabajo en cuatro centros de salud. En Ferrol, un psiquiatra y un psicólogo se desplazan un día a la semana a cada centro de salud. En Pontevedra, una psicóloga se divide tres días en Vilagarcía y dos en Salud Mental».
La solución pasa por hacer más accesible el servicio. Para conseguir una consulta en el psicólogo clínico, se debe primero pedir una cita en atención primaria, y luego, pasar por la Unidad de Salud Mental, donde los psiquiatras analizan el caso y derivan al psicólogo. Estos tres filtros provocan que la atención sea lenta, los problemas, mientras, se traten solo con fármacos y se cronifiquen, motivo por el cual la APCS reclama que sean los propios psicólogos quienes trabajen en atención primaria.
Un ejemplo a seguir es Cataluña, según Castro, que invierte más tanto en dinero como en trabajadores. «Hay psicólogos clínicos en absolutamente todos los centros de atención primaria», resalta la experta. Castro participó en la mesa redonda organizada por la APCS el pasado sábado 17, en la que participaron psicólogos de Andalucía, Cataluña, Asturias o Madrid, y «Galicia no es ejemplo para seguir en ningún aspecto», resalta la psicóloga.
La línea de actuación del Sergas está siendo diferente. La apuesta no es tanto por psicólogos con consulta en Atención Primaria, sino psicólogos que, desde el ambulatorio, deriven al especialista de manera más rápida: el llamado psicólogo de enlace. Algunos ya están operando, según informa Tajes, si bien aún está por definir cuantos centros contarán con este especialista.
Psicología transversal
Algo que tienen en común el plan del Sergas y la mesa de psicólogos es la intención de invertir en una psicología más transversal, que conecte con otras especialidades y facilite el tratamiento mental a personas de, por ejemplo, oncología, geriatría o paliativos. Otro objetivo a alcanzar es conectar con el paciente mediante un servicio más comunitario, llevando las consultas psicológicas al domicilio, o mediante la coordinación con otros agentes sociales como la policía o los centros educativos.
Desde la crisis provocada por el coronavirus, las consultas de salud mental se han ido desestigmatizando. por lo que el mensaje de María Tajes es claro: «pido la población que confíe en la sanidad pública, porque estará ahí para dar respuesta».