Al menos 23 muertos y 70 heridos por el derrumbe de la estructura de la línea 12
El grave accidente del metro de Ciudad de México salpica al ministro de Exteriores ▶ La línea 12 se engendró con dificultades «endémicas que no se van a solucionar nunca» y que requeriría de un mantenimiento continuo
Veintitrés muertos y más de 70 heridos, en la considerada como la mayor tragedia de Ciudad de México después del terremoto que asoló el país en 2017, podría tener consecuecias políticas. El fallo en la estructura provocado por el derrumbe de una viga, que hizo caer dos vagones del suburbano en mitad de una de las vías principales en el sureste de la capital, podría ser usado políticamente a un mes de las elecciones legislativas, en las que se renovarán los 500 miembros de la Cámara de Diputados, entre otros cargos. «Sin miramientos de ninguna índole. No hay impunidad para nadie», afirmaba el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) horas después del accidente, durante ‘la Mañanera’, su rueda de prensa diaria.
Después del único mandato, en forma de sexenio –en el que puede gobernar el presidente de México– el relevo lógico tenía nombre propio: Marcelo Ebrard, ministro de Asuntos Exteriores. El delfín de AMLO fue elegido como el mejor alcalde del mundo en 2010, en una encuesta de la fundación londinense City Mayors, y presidente de la Red Global de Ciudades Seguras (Global Network of Safer Cities) de la ONU. Pero ahora su cargo como jefe de Gobierno del Distrito Federal (2006-2012) le pone en el punto de mira porque fue el responsable de la construcción de la línea 12 de metro, la afectada por el siniestro y llevada a cabo durante su gestión. «Quien actúa con integridad no debe tenerle temor a nada», se defendía ayer ante los medios.
Una línea problemática
Su presencia en La Mañanera, ostentando el cargo como ministro de Asuntos Exteriores, y sus comentarios de Twitter lavan su imagen, pero le podrían acarrear consecuencias políticas. La considerada como línea dorada, en conmemoración al Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana, fue la más puntera de México. Inaugurada en 2012, costó unos 27.000 millones de pesos (1.500 millones de euros de la época)
Aún así, siempre dio problemas en sus nueve años de funcionamiento. Los vecinos entre el paso elevado de las estaciones de Tezono y Olivos habían insistido en el deterioro de la misma y los continuos cierres y reparaciones tras su inauguración auguraban problemas técnicos. El director del metro de Ciudad de México, Jorge Gaviño, llegó afirmar en 2017 que la línea 12 se engendró con dificultades «endémicas que no se van a solucionar nunca» y que requeriría de un mantenimiento continuo.
En un vídeo, Marcelo Ebrard asegura que la línea 12 de metro debía emplear un sistema de rodadura férrea. De hecho, es la segunda en utilizarla en la capital, acogiéndose a los informes de los funcionarios del sistema
El lunes estaba previsto que el presidente de Argentina llegara a Madrid. Alberto Fernández, en apenas día y medio, tenía una cita con el Rey, otra con Pedro Sánchez, contactos reducidos con algunas empresas argentinas de capital español y cierto espacio para sus cosas. Después, Fernández seguiría (sigue) rumbo a Francia con Macron y a Italia donde se reunirá con el Papa.
La cuestión principal de esta visita de transporte colectivo que incluía al que fue el subdirector de operaciones. Tras esta defensa, la oposición le muestra un documento, del 20 de agosto de oficial a España, venía a ser la misma que trató, hace menos de un mes, el ministro de Economía, Martín Guzmán: ayuda para torear la renegociación de la deuda con el FMI y el Club de París. Extraño venir para hacer lo mismo que Guzmán pero, quizás, se entienda porque el presidente necesitara salir a tomar un poco de aire fresco en este Madrid primaveral.
Tan cerrado estaba su viaje que la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, podía hacer tranquilamente las maletas para irse –esta noche– rumbo a Brasilia y a Asunción (Paraguay es de los pocos países que nunca dejaron de mirar a España con buenos ojos y desde el 2015, entre unas cosas y otras, se había quedado lejos de la agenda de Exteriores así que bien merece volver a estar en el horizonte).
Con este panorama, en apariencia despejado, a media tarde de ayer, lo que era seguro dejó de serlo. No todo pero 2007, donde el director del metro por entonces le recomendaba el funcionamiento de trenes de rodadura neumática pese a que el 90% de metros en el mundo son férreos. «Previendo cualquier accidente grave dadas las condiciones de inestabilidad del suelo en el Distrito Federal», concluía el informe.
Posible sabotaje
Nada más acaecer el terrible accidente, que tuvo lugar a las 22.30 de la noche del lunes, las especulaciones y rumores se amontonaban en Twitter y una de los Trending Topics abría hilo como #sabotaje. El primer comentario fue el de Sergio O. Saldaña Zorrilla, subsecretario de la Secretaría de Energía (Sener). Minutos después, el tuit fue borrado quizá por la urgencia de la atención sobre los posibles muertos y heridos antes que dirimir responsabilidades.
La primera política en acudir al lugar de los hechos fue la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. El accidente en la estructura y, sobre todo, la investigación posterior reforzarán a la actual gobernadora. Informaba a través de su cuenta de Twitter de las terribles consecuencias acaecidas por el derrumbe de la ballena. La estructura fue reparada y finalizada en su momento por Miguel Ángel Mancera, predecesor en el cargo de Sheinbaum hasta 2018, actual senador por el PRD y cuyos funcionarios y miembros de su equipo han sido sancionados. Mancera fue inhabilitado para ocupar cargo público en la capital mexicana por un año.
«No podemos especular hasta no se tengan los resultados del peritaje», aclaraba la jefa de Gobierno. A la pregunta de si son seguras todas las líneas de metro, la escueta respuesta de la dirigente fue «sí». sí la parte española. Fernández suspendió de su periplo europeo a España e incorporó a su comitiva a Guzmán, el hombre que tuvo que digerir el sapo de tragarse, pese a haberlo destituido, al subsecretario de Energía, Federico Basualdo. El cese de su subordinado había sido confirmado también por el Fernández presidente y jefe de Estado pero... no se cumplió. Así que uno y otro quedaron a los pies de los caballos de la crítica por su falta de autoridad, porque a Basualdo, le dejaron en su sitio, la vicepresidenta Cristina Fernández y su hijo Máximo Kirchner, los mismos que pusieron al Fernández presidente en el suyo.
Entre las cuerdas de una crisis política, sanitaria y económica, que le supera, Alberto Fernández cambió su hoja de ruta y dio algo parecido a un golpe de autoridad, al subir al avión a Guzmán y, por cierto, dejar a Sánchez y al Rey, plantados.