Colombia expulsa a un diplomático cubano por «actividades incompatibles» en el país
▶ Crece la tensión entre Bogotá y La Habana en plena ola de protestas contra Iván Duque
«Acorde con nuestra posición histórica, Colombia seguirá siendo un país abierto al escrutinio internacional», fue el mensaje que el viernes envió la ministra colombiana de Relaciones Exteriores, Claudia Blum, encargada de atender uno de los flancos siempre más delicados para el país cuando suceden crisis como la que se inició el pasado 28 de abril: el frente internacional.
No era simplemente una declaración de principios. Esta vez el escenario es una protesta social que después de once días aún no termina, por lo cual el Gobierno colombiano citó ayer a los jefes de Misión en Bogotá para ponerlos al tanto de los sucesos y los avances del Gobierno para retomar la calma.
El detonante corrió por cuenta de la misión de Cuba, país con el que el Gobierno colombiano ha tenido serias diferencias desde el día cero del mandato del presidente Iván Duque. La chispa se prendió el 5 de mayo, aunque se hizo evidente el viernes, cuando el Ministerio de Exteriores declaró ‘persona non grata’ a Omar Rafael García Lazo, tercer secretario de la Embajada cubana, y le solicitó su salida en menos de 48 horas por «actividades incompatibles» con su labor diplomática, lo que para La Habana no tiene explicación y respondió con su total rechazo.
En lo que ahora es la diplomacia del tuit, y tras un vídeo en redes de la canciller colombiana, el Gobierno de Cuba respondió por el mismo canal, declarándose sorprendido: «La injustificada acción pretende desviar la atención de la comunidad internacional y la sociedad colombiana de la represión violenta de las fuerzas militares y policiales contra los manifestantes que ha provocado decenas de muertes y cientos de heridos». Y señaló que constituye «un acto inamistoso que afecta el normal funcionamiento de la Embajada de Cuba en Colombia».
Escalada de desencuentros
Según el diario ‘El Tiempo’, el Gobierno colombiano seguía el rastro a García Lazo desde tiempo atrás y su expulsión se produce tras la de dos agentes rusos el pasado diciembre, cosa que jamás había sucedido con delegados diplomáticos de ese país, creando una pequeña crisis entre Bogotá y Moscú.
Un conocedor cercano de las relaciones bilaterales afirma que el Gobierno
cubano tiene presencia desde hace tiempo en diferentes sectores de la sociedad, especialmente en Bogotá, y que este episodio es uno más en el deterioro progresivo de las relaciones, tras la negativa de Cuba a extraditar a los dirigentes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la misma que se adjudicó el ataque a la Escuela General Santander en enero de 2019, en el que murieron jóvenes cadetes.
Pero las palabras de la ministra se dirigían igualmente a otros países. Señaló Blum los «pronunciamientos externos que no reflejan objetividad y que buscan alimentar la polarización en el país», tal vez refiriéndose al presidente argentino, Alberto Fernández, quien condenó la «violencia estatal», a propósito de las denuncias de exceso de la fuerza pública contra manifestantes y los asesinatos que se investigan. También se dirigían a parlamentarios alemanes que cuestionan la situación de derechos humanos y a las preocupaciones expresadas por la ONU, la UE, congresistas de EE.UU., el Departamento de Estado de ese país y la Organización de Estados Americanos (OEA).
El excanciller colombiano Camilo Reyes Rodríguez anota que «la percepción de la comunidad internacional, medios y opinión pública es negativa porque representa un contraste con la percepción que se venía recibiendo de una Colombia con relativa estabilidad