El oleoducto pagó un rescate de cinco millones a los ‘hackers’
▶ El FBI responsabiliza al grupo criminal DarkSide, que se cree localizado en Rusia El oleoducto Colonial
Colonial Pipeline, la compañía que opera el gran oleoducto que ha dejado sin combustible a buena parte del sureste de EE.UU., pagó un rescate de cinco millones de dólares a los ‘hackers’ que penetraron sus sistemas informáticos y que provocaron la interrupción del servicio. Así lo han asegurado a ‘Bloomberg’ dos fuentes conocedoras de la transacción, después de que la compañía hubiera filtrado a la prensa durante toda la semana que no había pagado ni pensaba hacerlo.
La transacción se produjo el pasado viernes, el mismo día en que los ‘hackers’ penetraron y bloquearon los sistemas de Colonial Pipeline, que maneja el mayor oleoducto de EE.UU., que envía 2,5 millones de barriles diarios desde las refinerías de Houston (Texas) a centros industriales de varios estados, desde Alabama a New Jersey y el puerto de Nueva York. La compañía, según esta información, realizó el pago en criptomonedas. Los ‘hackers’ entregaron a Colonial Pipeline una herramienta de desbloqueo, pero esta era tan lenta que la compañía tuvo que utilizar sus propios sistemas secundarios para devolver la actividad al oleoducto.
El servicio comenzó a recuperar sus operaciones el miércoles por la noche y la compañía aseguró que el flujo de combustible se restablecería por completo en la tarde de ayer. Para entonces, buena parte del sureste de EE.UU. se había quedado seca de gasolina, entre el corte del oleoducto y el pánico comprador de los ciudadanos, que se lanzaron a llenar depósitos y bidones de gasolina.
Ayer por la mañana no había una gota de combustible en más de 17.000 gasolineras de la región y el precio se había disparado por encima de los tres dólares por galón (3,7 litros), un nivel desconocido desde 2014. El estado más afectado era Carolina del Norte, donde el 70% de sus gasolineras no tenían combustible. Cerca de la mitad de las de Georgia, Virginia y Carolina del Sur estaban en la misma situación. Aunque el oleoducto vuelva a operar, es probable que la normalización en el acceso a combustible tarde días en recuperarse.
El FBI ha asegurado que los ‘hackers’ pertenecen al grupo criminal DarkSide, al que se cree localizado en Rusia o en algún otro país del este de Europa. Las autoridades no han determinado que tengan vínculos con ningún Gobierno y los propios ‘hackers’ han asegurado que son apolíticos y que lo único que buscan es dinero.
Su extorsión puso en jaque a Colonial Pipeline, con mucha presión para recuperar el servicio de una arteria fundamental para la economía de EE.UU. El oleoducto afectado es mixto, se utiliza para transportar diferentes tipos de combustible, entre otros, el que se emplea en aviones. Y de él dependen desde los vuelos que salen del aeropuerto de Atlanta hasta hace poco el de mayor tráfico del mundohasta buena parte de las industrias de la región.
No pagar
Según Bloomberg, la Casa Blanca estuvo al tanto del pago del rescate a los ‘hackers’. Su principal responsable de ciberseguridad, Anne Neuberger, declinó decir si las compañías deben o no pagar –el FBI anima a que no lo hagan–, quizá consciente de la importancia del oleoducto y de que Colonial Pipeline ya había pagado. «Reconocemos que las compañías están muchas veces en posiciones difíciles si bloquean sus bases de datos y no tienen sistemas secundarios para recuperarlas», dijo en una rueda de prensa esta semana.
Un informe publicado el mes pasado detalló que el número de extorsiones a través de este tipo de ciberataques creció el año pasado en un 311%, con un pago medio de 312.000 dólares.
El precio de la gasolina y el acceso al coche son asuntos de la máxima sensibilidad en EE.UU. y Joe Biden se vio forzado a comparecer para contener la factura política de esta crisis. El presidente insistió en que el oleoducto ya está de nuevo en marcha y pidió calma a los estadounidenses para que la situación no empeore. «El acceso a gasolina ya está volviendo y la compra por pánico solo ralentizará el proceso», dijo el presidente, que reconoció que la recuperación del oleoducto «no se sentirá en los surtidores de forma inmediata».
Los republicanos han corrido a calificar la situación como la «crisis de la gasolina de Biden», mientras que los demócratas la utilizan para justificar el gasto en infraestructuras que defiende el presidente de EE.UU.
Filtración Bloomberg filtró la información del pago, algo que la empresa Colonial Pipeline lleva una semana negando
Los republicanos Han aprovechado para atacar al persidente y la han llamado ‘la crisis de la gasolina de Biden’