El supervisor cierra filas en torno a De Cos tras los ataques de Podemos
▶ Mayoral le tildó de «impresentable» por el informe de que el SMI destruyó empleo
vorable, un 2,2% en el central y un 1,4% en el adverso, gracias a la recuperación del sector servicios. Aun así, el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos se muestra cauto con estas cifras por la dificultad de hacer cálculos a estas alturas cuando todavía se carece de multitud datos.
Mientras el supervisor calcula el rebote del segundo trimestre en el 2,2%, la previsión de consenso del panel de Funcas (que aúna a todo tipo de instituciones) rebaja el optimismo al 1,8%; por comparar con otro organismo de índole similar, la Airef estima un despunte del 1,6%, seis décimas menos que la institución de Pablo Hernández de Cos. En este sentido, fuentes empresariales señalan que parece que está estimando en la parte más alta de la horquilla y que es probable que el Banco de España se haya visto excesivamente influido por los buenos datos de empleo de mayo, que coincidieron con el fin del estado de alarma y la relajación de las restricciones. Y ahondan en que a estas alturas, con tan pocos datos, es difícil atinar.
Con respecto al empleo, calcula una tasa de paro del 15,6% en 2021, del 14,7% en 2022 y del 13,7% en 2023 en el escenario central; en el adverso los porcentajes escalan al 16,2%, 15,7% y 14,6%, respectivamente. Esto supone un salto notable en comparación a marzo, cuando se pensaba en una ratio de desempleo del 17% este año, del 15,1% en 2022 y del 14,1% en 2023. Así las cosas, de cumplirse estas proyecciones, nuestro país tendría una tasa de desempleo cuatro décimas inferior a la de 2019, es decir, a la etapa pre-Covid.
Sin embargo, no todo son buenas noticias en el informe del Banco de España. De forma recurrente aparece en todos los documentos la necesidad de diseñar ya un plan de consolidación fiscal que enderece las cuentas públicas. Y esta vez también se ha vuelto a reclamar, en voz de Óscar Arce, ante la ausencia de una hoja de ruta.
Su petición entronca con unos niveles de déficit especialmente altos y que serán sostenidos en el tiempo, a lo que hay que añadirle un empeoramiento respecto a hace tres meses. En marzo las proyecciones en el escenario central estaba en el 7,7% en 2021, el 4,8% en 2022 y el 4,4% en 2023. Ahora están en el 8,2%, el 4,9% y el 4,3%, respectivamente. Arce achaca este incremento del desfase, principalmente, al efecto sobre las cuentas de la prórroga de medidas públicas como los ERTE, así como a la implantación de nuevas medidas de apoyo como las ayudas directas, las cuales «sumarían un punto más de déficit» al conjunto de los cálculos, con un efecto neto de medio punto más. Unido a ello, también se señala que «se revisa ligeramente a la baja la estimación de los ingresos derivados de los nuevos impuestos introducidos a comienzos de este año o actualmente pendientes de aprobación», como las tasas Google y Tobin.
Con respecto a la deuda pública, esta supone otra preocupación más a futuro para la institución, como ha asegurado en múltiples ocasiones. El organismo destaca que «apenas descendería en 2 puntos porcentuales en el horizonte de proyección» hasta 2023. De esta manera, quedaría en el 120,1% en 2021, el 117,9% en 2022 y 118% en 2023, en el escenario central, pudiendo llegar en el adverso al 122,6%, 122,1% y 123,4%, respectivamente.
El informe del Banco de España que dejaba al descubierto que la subida del 22% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 2019 había sido un lastre para el empleo sigue coleando. Unidas Podemos agitó la bandera del populismo tras conocer sus conclusiones. El supervisor calculó en su documento que el incremento, aprobado sin acuerdo con los agentes sociales, pudo costar a la economía española entre 83.000 y 180.000 puestos de trabajo por un menor crecimiento de la ocupación. Entonces, la reacción de Rafael Mayoral, diputado morado y portavoz adjunto parlamentario fue, desde la tribuna del Congreso de los Diputados, instar a «correr a gorrazos» al gobernador Pablo Hernández de Cos. Acto seguido le tildó además de «impresentable».
Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España, salió ayer al paso de la polémica, sin entrar a valorar las críticas recibidas desde la bancada de Podemos, pero defendiendo sin complejos la labor de la institución que representa. En la presentación de las previsiones económicas destacó, a preguntas de la prensa, «el rigor más absoluto» del trabajo sobre el SMI, así como que se realizó «desde un punto de vista estrictamente técnico».
«El documento es extenso, rico en detalle y escrito con muchísimo cuidado para que se entienda perfectamente», comentó, para añadir que cuenta con muchos matices y resultados que se pueden extraer. En suma, dijo, se trata de un «trabajo exhaustivo» que cubre muchos aspectos.
Explicó que se ha entendido «razonablemente bien» y que cada cual subraya unos u otros aspectos del informe. Por tanto, se mostró «razonablemente satisfecho con la recepción de un trabajo» que buscaba «arrojar luz» sobre una materia como esta que permanecía a falta de un análisis más extenso.
Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo, mostró un tono más conciliador al sostener que el informe no hablaba de que el incremento del SMI haya destruido empleo y celebró que el Banco de España concluya los mismos datos que Trabajo sobre a cuántos asalariados habría beneficiado.