Madrid abre discotecas hasta las tres, con barra y baile en exterior
▶ Solo Cataluña permite el cierre de estos establecimientos más tarde: a las 4.00 h «Nuestros locales y empleados pueden actuar como dique de contención frente al botellón», defienden desde el sector
dos, debido a su alto índice de vacunación, ya llevan semanas sin necesidad de usar mascarilla al aire libre. En Austria tampoco es obligatorio utilizarla en el exterior, y a partir del 1 de julio, si la situación epidemiológica es favorable, tampoco será necesario en los interiores. Bélgica dejó atrás la obligación de usarla en espacios abiertos el pasado 9 de junio.
Ayer Alemania y Francia también plantearon medidas de relajación de la mascarilla al aire libre. Jérôme Salomon, director general de Salud de Francia, anunció en una entrevista para RTL que el uso obligatorio de las mascarillas en exteriores podría levantarse a partir del 1 de julio «si las condiciones lo permiten».
En la misma línea, Alemania avanza hacia un levantamiento gradual de la obligación de llevarla, tras una fuerte reducción de las infecciones en el país, indicó ayer el ministro de Salud, Jens Spahn en una entrevista con el grupo de prensa Funke.
Bailar todavía no –en el grueso de las discotecas–, pero está cada vez más cerca. De hecho, a partir del próximo lunes, será posible acudir a los locales de ocio nocturno madrileños con todos los permisos de la autoridad sanitaria. La vuelta a la actividad se produce tras prácticamente 15 meses de parón, y con condiciones: sin pistas –salvo en exteriores–, con la barra abierta pero sólo para pedir y recoger la bebida, hasta las tres de la madrugada y con medidores de CO2. Los empresarios defienden que servirán como «dique de contención» contra el botellón, frente al que ofrecen la seguridad de ser un «sector reglado y muy inspeccionado».
Según afirmaba a ABC Vicente Pizcueta, portavoz de Noche Madrid, «el trabajo de locales y trabajadores va a ser un dique de contención» frente a quienes beben en la calle, con «besos, litronas y porros campando a sus anchas, que seguro que es peor».
El sector del ocio nocturno ha sido uno de los más castigados debido, entre otras cosas, a sus características: una actividad con muchas personas juntas e interactuando. «Teníamos malas cartas en esta crisis», reconoce Pizcueta. «Éramos el único sector que seguía en ‘stand by’; es muy simbólico que por fin podamos abrir; se da el mensaje de que estamos en una fase muy potente de lucha y de victoria sobre la enfermedad», afirma el portavoz de Noche Madrid, que insiste: «La gente se tiene que creer que esto se va a acabar».
En todo caso, las condiciones puestas a Madrid para que reabra su vida nocturna tienen algunas particularidades con respecto a otras comunidades autónomas. Así, es la segunda con horario más flexible: los locales de ocio nocturno podrán cerrar a las tres de la mañana, y admitir sus últimos clientes a las dos. Esto se hace así porque de este modo se les da un margen de dos horas desde la finalización de los horarios de hostelería, a la 1 de la madrugada.
La única comunidad que va más allá en este punto es Cataluña, donde a partir del lunes 21 también podrán volver a abrir las discotecas y locales de ocio. En este caso, hasta las cuatro de la mañana, al 50% de aforo y con las pistas abiertas, aunque perimetradas y con puntos de entrada y salida de las mismas diferenciados.
Otra particularidad de Madrid es que reabrirá las barras de estos negocios, aunque no para consumir sino sólo para retirar las bebidas. «En el tema de las barras, las autoridades sanitarias madrileñas han entendido que las de un local de ocio no tienen que ver con la de un bar donde se toman tapas: aquí era vital que pudiéramos abrirlas para pedir y recoger las bebidas», defiende Pizcueta.
No hay barras, sin embargo, ni en Castilla y León –donde se cierra a las dos– ni en la Comunidad Valenciana; esta última también marca como hora tope las dos de la madrugada, y no admite baile ni karaoke, pero sus aforos en el exterior son del cien por cien –frente al 75 de Madrid–.
La Comunidad madrileña sólo permite pistas, de momento, en exteriores: no en terrazas, donde está prohibida la ambientación musical, sino en zonas perimetradas del interior de las discotecas que estén al aire libre. Algunas localidades de la sierra cuentan con este tipo de instalaciones, muy poco numerosas.
La reapertura en Madrid se producirá por fases, con el horizonte de poder recobrar la total normalidad a finales del verano, cuando «si no hay una catástrofe con las vacunas, se habrá alcanzado la inmunidad de grupo». No obstante, todo está supeditado a la marcha de la pandemia: cada quince días habrá reuniones de seguimiento con Sanidad para fijar nuevas condiciones o ampliar las actuales, en función de cómo evolucionen los contagios. A la próxima, los empresarios madrileños llevarán un proyecto de burbujas de ocio seguro en el interior de los locales.