La juez investiga la denuncia de agresión contra Errejón
▶ Abre diligencias y oficia al Congreso para que informe sobre su condición de diputado Abre causa por indicios de un presunto delito de lesiones al hilo del atestado de la Policía El denunciante presentó un parte de lesiones tras pasar por un centro de s
La titular del Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid ha incoado diligencias ante los indicios de un presunto delito de agresión que se recogen en la denuncia presentada por un vecino de Lavapiés contra el diputado de Más País Íñigo Errejón, según informaron a ABC en fuentes jurídicas. La magistrada ha acordado ya librar el correspondiente oficio al Congreso para que certifique por escrito su condición de diputado.
En concreto, la juez ha tomado esta decisión tras analizar el atestado remitido por la Policía Nacional a partir de la denuncia de ese particular, que dijo haber sido víctima de una agresión por parte de Errejón el pasado mes de mayo. Señalaba que en la noche del pasado día 2 el diputado le propinó una patada en el estómago después de pedirle sin éxito que se hicieran una foto juntos.
Según las fuentes consultadas, la juez, tras revisar ese atestado, que incluye imágenes de cámaras de seguridad que sitúan a Errejón junto a un grupo de personas en el lugar de los hechos, un parte de lesiones y el testimonio de dos personas, ha apreciado indicios de delito y decidido abrir causa.
El primer paso ha sido remitir un oficio al Congreso de los Diputados para que confirme por escrito la condición de diputado de Errejón, si bien aún no lo ha tramitado. En esa posición, el fundador de Más País y Más Madrid goza de aforamiento ante el Tribunal Supremo, por lo que de recabar indicios suficientes como para citarle como investigado, la juez debería elevar allí una exposición razonada. Es el competente para investigarle.
La instructora tiene, no obstante, la alternativa de invitarle a acudir a declarar voluntariamente y contribuir al esclarecimiento de los hechos. Las fuentes consultadas por este periódico explican en todo caso que la apertura de diligencias es un momento muy preliminar del procedimiento. Será más adelante cuando decida si acuerda más diligencias.
Errejón, por su parte, ya ha negado en público la veracidad de los hechos tachando de «falsa» la denuncia de agresión. «Con esto voy a ser muy claro. A mí, como supongo que le pasa a muchas figuras públicas, me piden fotos con mucha frecuencia, casi siempre con buen ánimo y me las hago, y muy pocas veces, si estimo que la situación puede ser un poco incómoda, no me las hago; en este caso fue así (...). Las dos personas que me lo pidieron comenzaron a gritar y a insultarme (...) como harían ustedes en este caso, imagino, me marché», explicó después de conocerse la noticia.
El denunciante es un vecino de Lavapiés de 67 años y paciente de oncología, bastante conocido y apreciado en el barrio, que vive con su mascota y no tiene antecedentes desfavorables en los archivos policiales. Su identidad corresponde con las iniciales A.D.C.
Según su relato, la noche del 2 de mayo estaba tomando algo con una persona en la zona de la calle Buenavista. A eso de las once, toque de queda, decidieron marcharse y a su salida se encontraron con Errejón, que iba acompañado de otras personas y pasaba por el lugar. Parece ser que en ese momento, A.D.C. le pidió que se hiciera una foto con él, pero Errejón se negó y dijo que a esas horas no trabajaba. Siempre según la denuncia, él insistió y le hizo saber que era una de las personas que le «ponen a parir» en redes sociales. Fue ahí cuando el denunciante asegura que Errejón le respondió con una patada en el estómago. Su acompañante llamó a la Policía, que envió una patrulla de seguridad ciudadana al lugar sin dar con el diputado ni el resto de personas que iban con él. A continuación, el denunciante se fue a un centro de salud y con el informe médico presentó denuncia en la Comisaría de Centro.
La Policía levantó atestado con el relato de la denuncia y el parte de lesiones, pero además tomó declaración a dos testigos, uno de ellos ajeno a los implicados –no vio la agresión pero sí a Errejón salir de la zona acompañado y a la víctima retorcida de dolor en el suelo–, y revisó las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona. Esos fotogramas sitúan a Errejón en el lugar y en una imagen, de acuerdo a las fuentes consultadas por este diario, visiblemente enfadado, si bien no captan la supuesta agresión porque ese tipo de dispositivos en la vía pública sólo captan ángulos parciales. «Se ve que pasa algo, pero no se aprecia qué es exactamente», explicaron a ABC fuentes del caso cuando el atestado se judicializó. En la Sala del 091 se recibieron además varias llamadas de vecinos. Todo ese material es el que ahora ha tenido en cuenta la juez para acordar la apertura de una causa.